Capitulo 4

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Eres mío desde el momento en que decidí que merecías vivir

El eco de las palabras del emperador resonaba en la mente de HoSeok y a su vez fue capaz de interrumpir el aterrador e inquietante silencio que envolvía la habitación, mientras el bailarín se quedó completamente congelado a aquellas palabras que calaron hasta sus huesos, el peso de la declaración de la autoridad frente a él se posaba sobre sus hombros, haciendo que cada latido de su corazón resonará con la inevitabilidad de su nueva realidad y su vida en el exterior.

Pero a pesar de ello el mayor se retiró con un gesto amenazante tras aquellas palabras hasta sentarse nuevamente en su trono para quedarse mirando al bailarín que hace tan solo un momento estuvo danzando con la muerte, sus ojos lanzando destellos de incomodidad ante la duda palpable del bailarín omega, quien aún paralizado por la decisión que se cernía sobre él, se debatía internamente entre aceptar su destino y desafiar la reciente declaración del emperador.

El silencio era tan denso que se podía sentir en el aire, HoSeok se mordió el labio inferior, indeciso, mientras los segundos parecían eternos, era como si un golpe eléctrico le hubiera impactado y dejado congelado completamente, la voz del emperador retumbó de nuevo, impaciente y amenazante.

— Tu resistencia solo empeorará las cosas para ti, HoSeok — gruñó el emperador — Deberías considerar cuidadosamente tu elección—

Pero HoSeok, a pesar de la amenaza evidente, no podía apartar de su mente la imagen de su familia, de la vida que había construido fuera del palacio, de los días en los que ayudaba a su abuela o a su tía a recolectar frutas o simplemente sentarse en el pasto a disfrutar del sol.

La idea de abandonar todo lo que conocía y amaba le pesaba en el corazón.

— No entiende, su majestad, hay vidas que dependen de mí fuera de estas paredes — murmuró HoSeok con una determinación inesperada en su voz.

Min YoonGi se encontraba visiblemente molesto por la resistencia del muchacho de cabellos platinados, para ser sinceros desde que no aceptó su propuesta inmediatamente estaba cabreado, sentía su sangre arder intensamente al igual que el permanente carmín en su mirada.

Al mismo tiempo, la incertidumbre atormentaba a HoSeok, pero su mirada mantenía de manera firme una chispa de convicción a sus palabras y dispuesto a dudar a la respuesta que le daría al mayor.

Min en lugar de responder de inmediato soltó una risa llena de burla a las palabras que estaba formulando un simple bailarín, su paciencia se agotaba, y sus ojos lanzaban destellos de furia reprimida.

— ¿Acaso no entiendes la magnitud de tu situación, HoSeok? — espetó el imponente emperador de cabellos tan brillantes como el sol y su voz resonando con total poder en aquella sala.

— Te ofrezco clemencia, pero tu terquedad solo aumenta mi disgusto— aquellas palabras fueron como una amarga poesía.

Más la expresión de satisfacción se posó en su rostro al ver como el chiquillo frente a él se encogía en su lugar e incluso empezaba a temblar nuevamente, sintiendo la presión que aumentaba gradualmente al mismo tiempo que no pudo pasar por alto como el menor apretaba sus puños en un intento de mantenerse fiel a su resistencia.

"¿No vas a ceder?... que valentía de ser tan terco en un momento como este"

— Su majestad, mi familia me necesita— terminó por decir finalmente el menor, invitando al orgulloso alfa a quedarse mirándole unos eternos segundos

"El realmente va a decir que no"

El emperador, incapaz de contener su frustración, se levantó nuevamente de su trono, sus pasos resonaron de forma amenazante mientras se acercaba a HoSeok con una mirada que gritaba de algún modo consecuencias severas.

CAMELIA ROJA »YoonSeok«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora