La noche pasó rápidamente para todos, a la mañana siguiente a pesar de la insistencia del príncipe heredero y el imperial, Min YoonGi estuvo reacio a quedarse más tiempo, había muchas cosas que hacer, por lo cual necesitaba regresar urgente.
Aunque esta negación a quedarse no evitó que comparta un desayuno con su hermano menor, su amigo de la infancia y el rey Kim, una mañana agradable a pesar que el emperador hablaba lo justo y necesario, solo se dedicaba a escuchar.
Luego de aquel desayuno el emperador se mantenía sereno en el jardín esperando a NamJoon quien iría a buscarlos cuando todo estuviera listo para irse de regreso a la ciudad imperial.
Agradecía la estadía y lamentaba no poder compartir más con TaeHyung o JungKook, pero no podía permanecer más tiempo en el reino Kim.
Se mantuvo intercambiando palabras con HoSeok, esperando que le cuente lo sucedido ayer con su hermano, pero el bailarín, no mencionó nada, absolutamente nada de aquel encuentro y amenaza.
Estaba mudo y actuando como si nada de eso hubiese sucedido.
Una vez llegado el momento de emprender su rumbo de regreso, Min ordenó que HoSeok viajará junto a él en el carruaje de la misma forma en que lo hicieron el día anterior al venir al reino.
A pesar de que se estaba repitiendo la situación, sorprendió de igual manera a todos que su majestad insistiera en ir acompañado de ese muchacho, la única teoría lógica que compartían era que intentaba mantenerlo vigilado la mayor parte del tiempo, pero no saben que es más un simple capricho.
El emperador realmente no lo entendía, pero le agradaba mantenerse cerca de su nuevo asistente, estaba conforme con él y cada cosa que veía, adoraba sus expresiones mientras hacía las cosas, hasta el más mínimo movimiento, o sus forma de bailar.
"No lo he visto bailar desde aquel mediocre festival..."
Pensó mientras se acomodaba en el carruaje y se mantenía recostado sobre su costado observando a su asistente sin disimulo alguno.
ㅡ Ahora mismo, ¿qué hay en tu mente? ㅡ
Cuestionó curioso y ni él mismo se creía sus actitudes
Estaba intrigado, si bien observaba todo el tiempo a HoSeok no sabía que podía pasar por aquella pequeña cabecita, que se ha expuesto a mucho en tan poco tiempo.
No importaba lo mucho que se mantuviera investigando, por que si, continúa investigando hasta lo más mínimo de HoSeok, pero sin importar aquello, ahora mismo no sabía que pasaba por sus pensamientos.
¿Qué era lo que él pensaba? ¿Que sentía? ¿Qué cosas le gustan?
HoSeok por su parte sin poder negarse a acompañar al mayor tal y como había pedido, se acomodó frente a él dentro del carruaje, dirigiendo su mirada luego de unos segundos al exterior.
Sentía como el emperador le observaba fijamente e incluso consiguió que por su cuerpo se expandiera un escalofrío, no lograba entender por que el mayor no dejaba de mirarle en ningún momento, más bien creo que sí lo entendía, estaba atento a que cometiera un error terrible el cual sea lo suficientemente grave para poder deshacerse de HoSeok.
Al menos así lo veía el bailarín, no podría imaginarse que era simplemente una fijación de nuestro emperador, un capricho que le tenía muy gustoso y entretenido.
HoSeok no miró en ningún momento a su majestad y aquello tenía al alfa bastante molesto, ni siquiera era capaz de decirle algo o mirarle de reojo, estaba mirando fijamente al exterior.
Un poco inquieto y molesto, el alfa de brillantes cabellos dorados no tuvo tiempo de reclamar o hacer algo, aquella pregunta llena de curiosidad salió de sus labios y fue lo suficiente para poder dirigir la mirada color sol del sirviente novato hacia él.
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CAMELIA ROJA »YoonSeok«
Fiksi PenggemarEl destino del gran emperador, Min YoonGi, cambia cuando su vida corre peligro, este giro del destino hace que cruce su camino con un bailarín de ojos hermosos e hipnotizantes, enciende la curiosidad de los memorables ojos rojos del monarca, cual sa...