Capítulo 5

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La respuesta afirmativa recitada por la dulce pero temblorosa voz del omega resonó en la oscuridad de aquel calabozo, como un eco suave de melodía que resonaba en los oídos del emperador.

Min YoonGi, el gran monarca que había jurado no inclinarse ante nadie, sintió una extraña mezcla de triunfo y desconcierto ante las palabras de HoSeok, al nivel de quedarse ahí estático bastante tiempo.

Poco a poco una sonrisa que amenazaba con jugar en sus labios se mezclaba con una expresión de curiosidad, sin siquiera quitarle los ojos de encima al chiquillo.
No estaba acostumbrado a que alguien desafiara su autoridad y mucho menos, a que sea tan terco como para negarse más de una vez, pero ahora…

ㅡ¿Qué clase de juego estás jugando, HoSeok?ㅡ

Susurró YoonGi para sí mismo, mientras se ponía de pie y caminaba hacia la salida del calabozo dejando a HoSeok atrás.
Su figura imponente proyectaba una sombra que contrastaba con la tenue luz de las antorchas que iluminaban aquel deprimente calabozo.

Había un algo que mantenía a YoonGi un poco pensativo, no sabía si estaba ante un acto de valentía o desesperación por parte del joven bailarín.

La intriga danzaba en sus ojos, pero la sensación de victoria al conseguir una vez más lo que quería le estaba invadiendo por completo.

El destino de HoSeok ahora estaba atado al capricho del emperador y aquello alimentaba demasiado el orgullo de Min YoonGi, tanto que incluso se sentía bastante emocionado.

— Haces lo correcto joven Jung, me alegra que aceptaras, NamJoon va a enseñarte tu nueva habitación y mis sirvientes se encargarán de enseñarte todo lo que debes saber ¿alguna duda? ㅡ

Preguntó con su ronca e imponente voz desde donde se encontraba, pero al no escuchar una respuesta volteo a mirar al tembloroso cachorro que solo miraba la celda donde se encontraba aquel traidor que llama tío.

Era normal, o eso suponía el monarca, verle así de impactado teniendo frente suyo el torturado cuerpo de aquella persona que considera un familiar debe ser impactante para cualquiera, más si acabas de enterarte que ese idiota vendió tu vida sin siquiera dudarlo.

Se quedó bastante tiempo mirándole, analizando su expresión, su rostro, sus facciones, el terror que emanaba de sus poros hasta el punto de ser un armonioso festín para su propio orgullo de alfa imperial.

ㅡ ¿que va a pasar ahora, su majestad? ㅡ Preguntó de una vez por todas la ahora inexpresiva y tímida voz del bailarín.

Solo aquella pregunta fue capaz de que el mayor se quedara quieto por primera vez dando importancia como nunca a cualquier otra cosa que no sean sus capricho

— Con estos crímenes se suele investigar a toda la familia, pero tú serás la única excepción pues ya te han investigado, ahora si quieres seguir perdiendo el tiempo quedándote aquí, esta bien, pero no me hagas perder mi tiempo, Hoseok

Apenas el nombre del chico resonó como un gruñido por aquel calabozo, HoSeok inmediatamente se puso de pié para dar pasos rápidos hasta el emperador, este solo se quedó mirándole un momento para luego darle la espalda, ocultando la leve sonrisa que se atrevió siquiera a aparecer en su rostro inexpresivo.

Salió de los calabozos siendo seguido por el chico el cual aún se comporta como un cachorro, mientras volvía a repetir aquellas instrucciones que anteriormente no fueron escuchadas.

ㅡ Como decía, HoSeok… el cuerpo de sirvientes imperiales van a enseñarte todo lo que debes hacer…ㅡ

Hubo una sutil pausa mientras una vez fuera de los calabozos y nuevamente en uno de los muchos pasillos imperiales, volteaba a posar su mirada carmín sobre un perdido y tímido bailarín, el cual no estaba brillando como ayer.

CAMELIA ROJA »YoonSeok«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora