Capitulo 27

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ANN.

5 meses después...

Hacia un calor terrible estaba con mis pies chocando en la arena mientras la cálida agua mojaba mis tobillos. 

Sonreí un instante respirando un tanto el aire marino cuando por detrás pasando por mi vientre las frías manos de mi novio. Deposito un cálido beso en mi espalda y luego me gire hacia el mirándolo directamente a los ojos pase mi mano por su suave mejilla.

-Esto es perfecto-Susurre pasando la yema de mis dedos por sus labios.

Demasiado perfecto-Pense.

Tan perfecto que tenia miedo que en cualquier instante todo se derrumbara, aunque todo parecia tan pero tan maravilloso, nuestra relación cada dia avanzaba mas y mas, la pasábamos excelente, junto a el , a su familia.

-Tu eres perfecta-Me dijo pasando sus dedos por mi cabello.

Baje la mirada avergonzada, amaba que aveces fuera tan cursi que dudaba que fuera el mismo Evan que conocí,tan salvaje aveces.

-Tu eres perfecto-Le dije.

Cuando sentimos un pequeño suspiro.

Los dos guiamos la mirada a esa pequeña personita que se encontraba frente a nosotros con el rostro a plena luz del sol y cubierta de protector solar, un pequeño trajesito de puntos blancos y  un balde junto con una pala.

-Yo soy la perfecta aquí par de cursis-Refunfuño agachándose para recojer un poco de arena con su palita-Apártense obstruyen mi paso a mi castillo.

Los dos comenzamos a reír cuando de repente Evan la tomo en sus brazos haciendo que Blue gritara.

-BÁJAME SIMIOOOO-Decia entre risas.

Esto era una perfecta escena, era un fin de semana perfecto.

Sin mas nos fuimos los tres hasta nuestras sillas de playa junto a la madre de Evan quien disfrutaba en una silla de playa de su margarita y sus gafas de sol oscuras.

-Evan hijo ¿No es esto maravilloso?-Comento mientras se quitaba las gafas de sol. 

Los dos nos miramos asintiendo sin quitar la vista de sus pupilas, realmente Evan me hacia feliz.

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Estaba sentada en medio del sofá con mis piernas cruzadas mientras de mi cámara fotográfica revisaba un par de fotografías que había tomado en la casa en la playa, en donde los rostros felices de Evan, Blue  y su madre hacia que soltara un par de sonrisas mientras bebía de mi café.

Todo marchaba tan bien en mi vida desde que conocí a Evan, vamos antes era solitaria y sin una motivación por la cual vivir, pero después de todo lo que me ha pasado desde que lo conocí el se ha convertido en la razón de mis sonrisas, sueno como una tonta enamorada pero si, estoy enamorada de un hombre, mi hombre ideal no como los príncipes de cuentos pero si mi ogro gruñón. Pero no crean que nuestra relación es de peluches y chocolates, es mas bien algo mas perfecto que eso, abrazos y caricias que en verdad me hacen sentir querida. Jamas pensé que el fuera así, tan de piel,tan perfectamente imperfecto para mi.

Sentí mi teléfono vibrar, conteste con una gran sonrisa y un nudo en el estomago al ver que era Evan.

-¿Si quien es?-Dije aguantando mi risa.

-¿Amanda? ¿eres tu preciosa?-Dijo por la otra linea.

Fruncí el ceño, pero sabia que solo bromeaba.

-Idiota ¿Quieres morir?-

Soltó una pequeña carcajada, que se escucho encantadora detrás del teléfono.

- sal afuera de estoy esperando...hace frió que me esta cagando, tengo algo para ti-Susurro en ese tono tan galante que aveces usaba con el cual conseguía siempre convencerme.

Y luego tan solo corto sin antes siquiera alcanzar a responder algo, pero que va, es así. Sin mas salí colocándome un suéter encima de la sudadera, hacia un frió muy pesado, era un lunes nublado en la cuidad. Pero salí pensé que estaría afuera de mi departamento, en el pasillo pero nada.

Quizas esta en la entrada del edificio-Pense- Pero luego me detuve en seco al ver unas flechas en el suelo que guiaban hacia la escalera que daba hacia la azotea del departamento.

Por las escalera de emergencia que daban hacia el techo quede un poco confusa pensando en que se traía entre manos. Pero seguí el camino sintiéndome como una pequeña niña curiosa, este detalle jamas me lo imagine de el, llegue lentamente hacia la azotea abriéndola la puerta que daba hacia la salida pude sentir el ligero viento frió que había por la altura, quede perpleja parada inmóvil frente a el intentando pestañear rápido. Por un momento pensé que era tan solo un sueño, mis mejillas se enfriaron baje la mirada intentando contener las lagrimas de emoción al verlo parado allí, en sus manos un enorme ramo de rosas de un tono rojo intenso mientras estaba rodeado de velas, atrás un sofá color blanco con dos mantas abajo de una especie de toldo, una mesita en donde había dos tazas de café junto con un termo.

-¿Quieres pasar esta noche conmigo?-Me dijo con una enorme sonrisa mientras se acercaba hacia mi con ese hermoso ramo.

Era un gesto tan simple, pero tan maravilloso a la vez, nada de cosas materiales si no cosas que uno sentía que venían del corazón y realmente Evan tenia un corazón tan grande y perfecto es por eso la razón de mis lagrimas de emoción porque jamas me sentí tan querida.

Llego hasta mi levantándome la mirada colocando su mano en mi barbilla, dibujo una sonrisa en sus bellos labios y luego tan solo se quedo allí segundos mirando directamente mis pupilas.

Mis lagrimas cayeron por mis mejillas pero el rápido las seco con sus labios llegando hasta mi oído.

-Me enamoraste pequeña-Susurro rozando sus labios por mi oreja.

Mordí mi labio llegando hasta sus labios tomando el inferior, sentí sus manos pasar por mi espalda quedándose en mi cintura me apego mas a su cuerpo. Sonreí en sus labios guiándonos hasta el sofá sus manos rozaban mi vientre, mis senos, mi todo.

-Eres mía-Gimió en mis labios-Solo mía.

Asentí sintiendo como con suavidad me en bestia con su pene directo en mi feminidad, enterré mis uñas en su nuca mientras los movimientos pelvicos se hacían prologados mientras nuestros labios, nuestros cuerpos se rozaban uno en el otro convirtiéndose esa noche en uno solo.

Solo nosotros.

  














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