Angel

Capitulo 29

ANN.

Tome aire y le volví a dar otro sorbo a la copa de vino mientras sentía como las mandíbula de mi padre sonaba mientras mascaba su trozo de carne de Ress. Estaba temblando, no quería que las cosas pasaran así, no soportaba tener lejos a Evan, solo había pasado un dia y ya lo extrañaba demasiado, no había recibido ninguna llamada y el tampoco contestaba las mías, sabia que estaba molesto por lo de la noche anterior no pude explicarle nada porque justo en ese instante estaba mi padre apoyado en el umbral de puerta observándonos.  Mi padre puede ser un hombre muy peligroso, pertenecía a una ideología nazi, apegado a lo conservador no toleraba lo distinto, menos a un  Punk, y si se enteraba de mi relación con Evan no se de que seria capaz, tenia miedo, mil cosas pasaban por mi cabeza. No soportaba el hecho de estar separada de Evan pero era por su propio bien, solo esperaba que mi padre se largara pronto, no lo quería aquí al único que quería a mi lado en este instante era a Evan.

Le he mentido en mucho a mi padre, el cree que voy a una escuela privada cerca de aquí, si se llegase a enterar que le desobedecí no se de lo que seria capaz, por ello mañana aprovechare para escaparme por la noche ya que mi padre tendría una junta de negocios, me daría tiempo para explicárselo todo a Evan.

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Estaba recostada en mi cama esperando que las horas pasaran, para luego irme a casa de Evan extrañaba sus besos, sus caricias todo de el, su voz.

Realmente estaba enamorada de el, y  se que el también de mi, recordaba como cada centímetro de nuestros cuerpo se unieron ese dia, pero tenia que llegar mi padre y arruinarlo todo como siempre. Mencionando cosas que no debía mencionar, peor que eso apareciendo en mi vida. En estos momentos necesitaba a mi madre para que me ayudara a huir de el, pero estaba en la casa que tenemos en Italia, tan solo me había traído de regalo un vestido que ella había confeccionado alla, pero yo la quería a ella aquí,sabría que ella me entendería. Entendería el amor que siento por Evan que no importa la apariencia que tenga el no es malo.

Pero a mi padre le importaba mucho el prestigio de la familia y que yo anduviera con una persona como Evan podría llevar a la ruina al apellido de la familia.

-Maldición-Dije entre dientes mordiendo mi almohada.

Cuando mi padre irrumpió de repente de mi habitación-Iré a ver un par de negocios y reuniones que tengo con unos socios, creo que llevara unas horas así que no me esperes despierta.

Tampoco te esperaría despierta-Quería decirle.

-Esta bien-Fue lo único que dije para luego fingir que me dormía.

Sentí la puerta de salida, me levante rápidamente colocándome  un suéter encima, mi chófer llevaría  a mi padre así que tendría que irme en el autobús, tan solo eran las diez no era tan tarde aun. Coloque mis botines y salí veloz por la puerta, ya no veía la hora en poder abrazar a Evan y pedirle mis disculpas por todo esto.

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Después de unos minutos de viaje en el autobús pude por fin bajarme camine un par de minutos y ya solo me quedaba una calle para llegar a la casa de Evan cuando en ese momento quise retroceder e irme a la mierda.

Ahí estaba el, parecía contento lleno de risa y junto a el estaba esa maldita que siempre aparecía para fastidiarme. Pero eso no era lo peor, si no que entraron a su casa. Baje la mirada sintiéndome patética apenas  había peleado hace dos días y ya estaba con otra chica pasando su supuesto enojo. Sentí como algo dentro de mi se quebraba como una copa de cristal en el pecho, tan solo me di la media vuelta y humillada me fui hasta la parada del autobús.

-Joder-Pense al ver que lo minutos pasaban y el bus no aparecía, miraba la hora en mi móvil tan solo quería desaparecer  en ese instante, que la tierra me tragara-.

-Mira que tenemos aquí-Escucho su voz por detrás de la espalda-

Se tenso por completo.

Era la zorra esa.

-¿Viniste a ver a Evan? Claro que otra cosa te traería a estos barrios.

Me gire observándola de pies a cabeza, vi como su labial se encontraba entre corrido, Ya me imaginaba porque.

-Deja de perder tu tiempo querida, no lo mereces-Se acerco mas a mi desafiante-El merece algo mejor.

Solté una carcajada-

-¿Algo como tu?-Le dije irónica.

-Quizas, alguien que si lo quiera, no una niña caprichosa como tu-Casi me escupió en la cara la ultima frase.

Vi como el autobús aparecía a solo unas calles.

Con mi puño la golpee tan fuerte que se fue directo al piso cubriéndose su rostro.

-Tu no sabes nada de mis sentimientos hacia Evan, zorra-Sin mas me fui hasta el autobús pero sin antes echarle la ultima mirada aun tirada en el piso. Me subí y me senté en el ultimo puesto mirando mi puño.

Estaba enrojecido. Sonreí triunfante, pero al instante esa sonrisa se me borro. Baje la mirada algo confusa y luego volví a mirar al frente. -Quizas ella tenga razón, quizás yo no lo merezco-

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Llegue hasta mi casa, por suerte como todo se había arruinado había llegado temprano y obviamente mi padre aun debía estar en sus juntas de negocios, tome un vaso y me serví hasta el tope de Whisky, si hoy dormiría seria porque el alcohol me obligaría a hacerlo, cerré mis ojos ya después de casi beberme por completo la botella casi a arrastras llegue hasta el baño vomitando me recosté en el suelo de mi habitación-

Acerque mi móvil y marque.

-Eres un maldito-Y luego colge rápido, ni yo misma sabia que mierdas había dicho o a quien le había marcado lo único que tenia mas que claro era que estaba ebria y sola, como siempre.

Bueno como siempre antes de conocer a Evan, a su familia quienes se había convertido en una familia para mi, una familia como siempre la quise, nada de lujos si no que amor, amor verdadero.

Amor como el que sentía por Evan y  que deseaba tanto en que en estos momentos estuviera a mi lado.

-EVAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN-grite pero sabia que nadie me oiría, menos el.