Capitulo 32

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Tiempo después...

-Señorita ¿Se encuentra bien?-Una de las sirvientas entro a la habitación de repente.

Di un gran respingo secando mis lagrimas mientras miraba hacia la ventana que daba al jardín. Había un precioso riachuelo fuera, era precioso.

Me di la media vuelta sonriendo.

-Claro ¿Porque preguntas?-

Me miro un momento, era  bastante joven y tenia un rostro dulce.

-La he notado rara, ni a bajado a comer...al bebe no le ocurrirá nada mírelo, esta dormido-Se acerco hasta la cunita en donde descansaba el bebe.

-No es eso, solo que...aveces...-Baje la mirada llegando hasta la cunita pase los dedos por la tersa mejilla de mi Ania (diosa del año-Origen romano)

-Lo recuerda ¿No?-Pregunto apoyando su mano en mi hombro.

Baje aun mas la mirada conteniendo mis lagrimas.

-Así es-Solloze. No pude evitarlo, aun dolía y mucho.

Se acerco y me abrazo.

-Tranquila Señorita, las heridas tarde o temprano sanan-Me susurro pasando su mano por mi espalda.

-Lo se, pero cuesta mucho-Dije dejando caer un par de lagrimas.

-Sea fuerte, sea fuerte por usted y por su hija-Me dije separándose de mi.

Seque mis lagrimas, ella tenia razón. Evan ya era parte del pasado pero era difícil tenia sangre de su sangre cada dia frente a mi, entre mis brazos era nuestra hija y me lo recordaba siempre. Pero no podía culpar a mi bebe, las cosas siempre ocurren por algo, siempre.

-Baje a comer ¿Si? Alguien la esta esperando abajo-Me dijo antes de salir de la habitación.

Cuando de repente Ania comenzó a llorar, había despertado la tome en mis brazos y rápido sus lagrimas cesaron a medida que le acariciaba su cabello y le hablaba. 

-Ya mi vida, ya shhh-Le susurraba.

La llevaba en mis brazos hasta el comedor en donde según mi sirvienta alguien me esperaba, para mi sorpresa era cierto, sonreí de par en par al ver a Agnus.

-OOOOOOUW pero si quien es el bebe mas lindooooo de todos-Saludo a Ania quien comenzó a sonreír al ver a su tío Agnus.

Agnus era mi prometido hijo del dueño de la empresa del amigo de mi padre, era un matrimonio arreglado con fecha inexacta aun, eramos amigos de la infancia claro, nos conocíamos y nos queríamos un montón.

Me beso la mejilla saludándome a mi también.

-¿Y que tal la mama mas bella de todas?-Me pregunto tomando en brazos a Ania.

Observaba como Ania jugaba con el cabello cobrizo de Agnus.

-Ya sabes, todo bien-Le dije intentando una sonreirle.

Me observo fijamente un momento haciendo una mueca de disgusto.

-Estuve llorando otra vez ¿No? déjame adivinar ese chico...

Fruncí el ceño negando lo pero me conocía muy bien.

-Te conozco niñata, aparte esas ojeras me dicen otra cosa querida.

Baje la mirada avergonzada-

-Se que es estúpido aun estar sufriendo pero...

Me interrumpió.

-Querida no es estúpido, lo amas aun, es entendible joder tienen una hija juntos, una preciosa bebe-Besando las mejillas de Ania mientras jugueteaba con ella, volvió a mirarme con seriedad-¿No crees que ya es tiempo de enfrentarlo? Ania no puede crecer sin conocerlo ¿No crees que es malo para ella no conocer a su padre? o peor ¿No es malo para Evan no saber nada de ella?

Solté una carcajada irónica

-¿Y que tengo que hacer? Llegar a donde el y decirle hey mira acá esta tu hija la cual despreciaste ¿ tomamos un café? Joder Agnus no es así de fácil ¿Y mi padre? ¿Nuestro compromiso? ¿Nuestras familias? No puedo llegar e irme de aquí y lo sabes. Mi padre me mataría

Me miro fijo a los ojos penetrándome con sus enormes pupilas.

-¿Y que vas a esperar que Ania  crezca y empiece  a cuestionarse quien es su padre? ¿porque la abandono? Porque que mal no recuerdo después de que paso todo Evan fue a buscarte y tu fuiste la que huiste como una cobarde.

Baje la mirada.

-Me aterra-Susurre- ¿Y si me quita a mi hija? ¿Y si luego vuelvo a enamorarme? ¿Vuelvo a sufrir? No me arriesgare Agnus.

Soltó una carcajada-

-Eres una pequeña cobarde ¿Quien dijo que las cosas son fáciles Ann? Los caminos de la vida son siempre complicados pero al final siempre tienen sus recompensas, y nadie dice que llegues, te enamores tampoco sabes que ha pasado con Evan todo este tiempo pero debes enfrentarlo, arreglar los errores cometidos y poder disfrutar a tu hija sin estar llorando cada cinco minutos.

Odiaba a este jodido Agnus siempre me dejaba sin palabras.

-Tengo miedo-Le susurre apoyándome en su hombro sentí como las manitos de mi hija comenzaban a agarrar mi cabello.

-Ya es hora-Me dijo en voz baja-Enfrenta tus miedos.















AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora