El chico de la pintura ~ ¡CREEK! [+18]

Otra persona

— No. Puede. Ser. AHH! – Gigi, estaba un poco demasiado emocionada por la noticia de la fiesta. Al parecer, ella también iba, lo cual iba a ser genial, pero a la vez me daba miedo lo que Gigi podría llegar a hacer o decir estando borracha, ya que, por favor, es matemáticamente imposible que Gigi no se emborrache yendo a una fiesta.

— De todas formas, no lo sé, sabes que las fiestas no me van mucho. – comenté, un poco dudoso de mis decisiones.

— Ahh, vamos Tweekers, será divertido, habrán chicas lindas... o chicos!~ –

— Ya! Tú siempre pensando con la panocha.

– Gigi no pudo evitar reírse con mi comentario

— Pues, es mi etapa adolescente cachonda, cuando entrarás en la tuya?! – rodé los ojos sarcásticamente.

— Prefiero no saltarme etapas y vivir mi vida. –

— No las saltas, pero tampoco las vives, eso es aburrido Tweekers, no es vivir! – me hizo un puchero.

— Pues, el momento correspondido llegará, ya dejemos de hablar de etapas sexosas, o lo que sea. – Ahora Gigi rodaba los ojos.

Continuamos caminando por los pasillos, y llegamos a su casillero. Ella sacó un papel.. Ay no, aquí vamos de nuevo.

— Recuerdas cuando te hablé de este fetiche mío del azabache seme y el rubio uke? – me miró sarcástica, esperando mi respuesta.

— Estuve observando a los chicos de la clase, y mira, ustedes hacen buena pareja, se ven lindos juntos! – desenrolló el papel. Sinceramente, esperaba ver a Craig penetrandome nuevamente en él, sin embargo, era alguien más. Alguien que se me hacía conocido, pero, de dónde?

Mi incredulidad hizo a Gigi reaccionar.
— Es Stan Marsh, oh dios, el cliché del nerd y el popular se replica una vez más! – Gigi chillaba de la emoción. Aunque sinceramente, esta vez me disgustaba más que otras veces. Prefería mil veces que fuera Craig antes que Stan.
Espera, qué? Es decir, preferiría que no fuera yo en primer lugar...

— Agh, qué? No me gusta. – dije, honestamente.

Gigi se sorprendió, y esperaba algún comentario enojada, pero su reacción fue simplemente llevarse la mano a la barbilla.

— Interesante... – se quedó unos segundos más, hasta que visualizó a la profesora de Lengua detrás mío, y guardó rápidamente el papel. Y nos fuimos a clase.
Al contrario a las otras veces, no volvió a mencionar el dibujo, ni a Stan Marsh.

...

No pasó nada destacable los últimos 2 días. Tampoco estuve en el grupo de Craig, sinceramente sobraba ahí, y me incomodaban las conversaciones que tenía que escuchar.
También salí a comer con Token y Clyde, y nada más especial.

Ahora me encontraba frente al espejo, analizandome de pies a cabeza para estar presentable para la fiesta. Realmente no sabía qué usar, y me vestí de traje y corbata.
¿Estaba siendo demasiado elegante? Probablemente. Mi inexperiencia en fiestas me obligó a buscar en Internet como se iban a fiestas casuales, y al ver que con el traje iba a ser el bicho raro, apresuré en vestirme lo más normal posible.

Solo me quedaban 10 minutos exactos para que Craig llegue, y estaba rezando para que se atrase. Casi no tenía ropa "normal" en mi armario. Esto de ser nerd ya no me gusta.

Finalmente había encontrado algo que más o menos podría quedarme, así que me apresuré en vestirme.
Una vez listo, me miré en el espejo.

Tenía un sweater verde oliva, con el cuello de una camisa marrón que traía debajo del sweater, y unos pantalones cargo azul vaquero.
Me peiné levemente el pelo con los dedos, cuando sonó el timbre de mi casa.

Bajaba las escaleras bastante nervioso, no sabía como debía actuar o qué haría, no sabía por qué iba a ir o si me pasaría algo, pero ya estaba delante de la puerta, no había vuelta atrás.

La abrí, y ahí estaba Craig.
Traía una campera azul oscuro con el logo de la NASA, y unos pantalones deportivos negros. Ah, y su clásico corro azul.

El alzó su vista, nuestras miradas se conectaron.

— E-eh.. – intentaba no tartamudear.

— H-hola Craig – dije, con un tic en el ojo derecho.

— Hey Tweek – me sonrió.