Minseung
Estábamos de camino a casa en nuestra furgoneta de 9 plazas. Estaba sentado junto a Sungki y justo en el asiento de en medio estaba la chica que Jisun quería que le lleváramos. La habíamos colocado de forma que no pudiera moverse pero que a simple vista pareciera que estaba dormida sobre mi hombro. Estábamos todos cansados, el día de hoy fue muy ajetreado y el sueño comenzaba a afectarnos.
—¿Cuánto queda para llegar? —pregunté cansado.
—Pues, aún queda un poco —contestó Hyunbin, el mayor de todos nosotros.
—Joder, quiero llegar a casa —se quejó Jimoon.
—No eres el único —Sungki rodó los ojos con fastidio—. Por cierto, ¿qué vamos a hacer con ella?
—Y yo que sé, son prontos que le dan a mi hermana —respondió el menor—. Acabo de escaparme de la cárcel y todavía no he podido disfrutar de mi libertad.
—Menos mal que Jisun nos avisó del alcance de sus poderes —intervino Namji—, si no, hubiéramos fallado la misión.
—Es bastante fuerte, nos ha costado ponerla en jaque. Lo que tiene de guapa, lo tiene de carácter. Y eso... me gusta —comentó Jaemin.
—Jaemin, ya conoces la reglas —le regañó Mangyu—. Reglas, que cierto miembro se saltó en su momento —sus ojos castaños se dirigieron a Jimoon.
—Olvidaros de eso ya...
—Entiende que la chica ni te quería, te tenía miedo —añadió el de pelo ondulado.
—Jaemin, ¡eres un pedazo de mierda! —gritó el pelinegro.
A Jimoon no le gustaba en absoluto que le recordáramos lo que pasó con su ex. Para extorsionar a un concejal, secuestramos a una de sus hijas y Jimoon se enamoró de ella de una forma bastante enfermiza, su hermana le avisó por activa y por pasiva que esos sentimientos no eran sanos pero el menor hizo caso omiso. La chica le tenía miedo y hacía todo lo que él quería, incluso vino a unas cuantas misiones con nosotros. La chica un día se escapó y, por lo que sabemos, está ingresada en un psiquiátrico ya que no es capaz de hablar y sufre de terrores nocturnos.
Mientras Jimoon y Jaemin se peleaban a grito limpio, la chica movió ligeramente su cabeza, me percaté de aquello y vi que poco a poco fue abriendo sus ojos grises. Jimoon también se percató de aquello y sacó de inmediato una pistola para utilizarla como amenaza. Cuando la chica fue consciente de dónde estaba, comenzó a suplicar entre lágrimas que no acabáramos con su vida.
—Como no cierres el pico, disparo.
La de pecas se mordió el labio con fuerza y bajó el volumen de sus sollozos. Hyunbin siguió conduciendo con calma a pesar del griterío que se había formado aquí detrás y tras unos kilómetros, el mayor propuso parar un momento a descansar, ya que llevaba varias horas al volante. Paramos en la estación de servicio más próxima y decidimos bajar todos, incluida la chica. Ayudé a la morena a bajarse de la furgoneta y la desaté, como era obvio, recibió la advertencia de que como se le ocurriera pedir ayuda o escaparse, las cosas irían muy mal entre nosotros. La chica, todavía mareada a causa del cloroformo, asintió con la cabeza. Jimoon se quedaba fuera de la estación de servicio con Namji, no podíamos arriesgarnos a que, en plena búsqueda policial, alguien lo identificara y nos llevaran a todos presos. El resto entramos con la intención de comer algo y enfriar un poco nuestra cabeza. Me senté junto a Jaemin en una mesa y me pedí un sándwich mixto para aguantar lo que quedaba de trayecto a casa.
—¿No quieres nada, princesa? —le preguntó Jaemin. La chica ni se preocupó por contestar, simplemente se quedó con la cabeza agachada mirando el suelo—. Sé que tienes miedo, nuestra intención no es hacerte daño... En principio.
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Sujeto número 13
Science Fiction"Únete a nosotros si quieres saber la verdad" Les llamó la atención la estructura de mi cerebro. Ni siquiera tengo un nombre, se me identifica como sujeto número 13. Conseguí escaparme de ellos sin conocer la verdad pero el destino me juntó con pers...