BELL CRANEL

CALLES DE ORARIO

El tratado se había firmado por decirlo así.

En estos dos años orario no a cambiado mucho, ya que el otro continente no tenia mucho que ofrecer.

Lo que si tenía era una gran variedad de guerreros.

Caballeros, ninjas, magos, mercenarios y algunos más.

Sin embargo, lo más sobresaliente es que entraban muchos más aventureros al Dungeon.

Decir que los dioses se enorgullecían de su decisión era poco.

Ya que al primer año de permitir la entrada llegó un grupo un tanto peculiar.

Vestidos con armaduras de caballero, escoltado a una mujer igualmente vestida.

Al ver que eran un grupo que se adentra al Dungeon mandaron algunos aventureros experimentados para señalar el camino.

Lo que importa es que la fuerza de cada uno de ellos era la de un primera clase, segun sus niños.

Y ese no fue el único caso.

Poco después llegó otro grupo, vestidos de orientales que igualmente querían entrar al Dungeon.

Por lo que se le asignó de nuevo un grupo para que señalará el camino.

Y de nuevo sus niños llegaron con noticias.

Sobre todo informaron de una mujer que mató al Udaeus de un solo golpe.

Un corte que atravesó, sus huesos en forma de coraza y partieron la piedra mágica en dos nada más apareció dicho monstruo.

Cabe decir que varias veces pasó lo mismo, algunos casos no eran tan sorprendentes como otros y otros eran más sorprendentes que estos.

Sin embargo después de dos años, o casi tres, vemos a un albino sentado, viendo las luces que generaba el pasillo afuera de su celda.

No mucho después unos pasos empezaron a resonar en este, el albino abrió levemente los ojos y se puso de pie.

A pasó calmado se fue a su cama y se sentó en esta.

No tardo mucho antes de que un guardia llegará y golpeara los barrotes de la celda con su arma.

G: oye, escoria *viéndolo con asco* mañana será tu juicio, así que prepárate *golpea otra vez la celda* ahora a dormir!.

Bell: yo decido eso idiota. *Se acuesta*

G: que dijiste!

El guardia se fue enojado, ya había acabado su turno y no lo habían dejado ir todavía.

Bell solo lo ignoro y se echó a dormir.

Bell: (mañana será un día largo ) uff *viendo sus lentes fijamente* por fin saldremos...

Varios recuerdo llegaron a su mente de cuando aún era aventurero de orario.

Recuerdos que ahora ya no significan nada para el.

Al día siguiente.

Bell fue sacado de su celda y llevado a una sala con una mesa en el medio, donde a su alrededor solo habían aventureros y frente a él solo estaba ganesha.

Todo pasó relativamente normal, si es que se puede decir así, ya que toda la mañana desde que salió de su celda estuvo respondiendo preguntas.

Que a su parecer, eran completamente inútiles.

Eso nos lleva al medio día, donde el albino aún seguía aquí parado, viendo al dios con algo de sueño.

Ganesha: se te permitirá seguir con tu vida, sin embargo estarás bajo vigilancia durante un tiempo.