SOY... FUERTE ?

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El gremio

Una semi elfa salía de una sala privada con un puchero infantil y atrás de ella un Bell con ojeras que parecía que no había dormido bien.

Después de que el albino llegará, quién sabe cómo, eina sacó la fuerza para arrastrarlo a una sala privada.

En donde desde que entraron hasta que salieron, el albino no había parado de escuchar los regaños de esta.

Bell: (dos malditas horas) *cansado*

Regaños que eran mayormente ignorados lo que prolongo el tiempo

Eina: espero y te aya quedado claro *sentándose en su escritorio*

Bell: si claro.

Un aura roja envolvía a la semi elfa, mientras el albino le daba sus piedras al cajero y esperaba su dinero.

Bell: si te sigues enojando por todo, te vas a volver más vieja ... ugh

Un libro volador impacto en la cabeza del conejo, cortesia de eina que estaba apoyada en su escritorio con su mano es tendida.

Eina: ... Eh

El albino miraba al suelo por el impacto recibido estando ligeramente inclinado.

Bell se acomodo y la volteo a ver esperando una disculpa.

Eina: jum! *volteando la mirada*

Bell: (que reacción es esa) *con una vena*

Con un pequeño puchero se sentó se su escritorio y comemos a escribir en unos papeles.

Después de un momento levantó la vista a ver a Bell, para volver a desviarla en un movimiento exagerado aún con su puchero.

Con una vena cada vez más grande es su frente, dio un resoplido girando su cabeza de manera exagerada.

Rápidamente tomo el dinero de la caja y salio del gremio dejando este con una refunfuñante chica en un silencio un poco incomodo.

Con Bell

Este estaba caminando por las oscuras calles de orario.

La gente abundaba y lo veían con curiosidad muestras el se preguntaba por qué lo veían así.

Tal vez si viera el saco de la mitad de su cuerpo lleno de valis en su espalda se daría una idea.

Viendo con indiferencia los puestos de ventas,  lo que llamo su curiosidad fue una tienda de armas, principalmente por qué en esta estaba la misma arma que tenía la rata que lo había intentado robar no hace mucho.

Bell: a

El albino se había quedado inmóvil viendo la vitrina de armas, pero recordando algo se puso en blanco.

Rápidamente el albino emprendió carrera desapareciendo en un destello de velocidad.

Bell: (no creo que miach sea tan tonto como para ir a un restaurante que yo no conozca)

El albino pasaba de tejado en tejado a una velocidad anormal para un nivel 4 viendo diferentes restaurantes que el recordaba.

Al no estar miach en ellos pasaba al siguiente.

Por el camino paso al lado de un guardia que tenía el símbolo de la familia ganesha en su hombro, mismo guardia que empezó a seguirlo.

Bell lo noto un rato después, girando, el pobre guardia se veía deplorable y parecía que se desmayaría en cualquier momento.

Bell movió su cabeza asia arriba en forma de saludo y nuevamente aumento la velocidad.

Ya le faltaban pocos restaurantes por ver y se dirigía al próximo.

BELL CRANEL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora