—Jake...— comencé pero me interrumpió
—¡Se acabó!— sentenció
—Prometo no hablar de ella. No te obligaré a hacer nada que no quieras...
—Miente...
—No, no lo hago, Jake, no lo hago. De verdad. No insistiré si no quieres hablar. Eres alguien demasiado firme como para discutir su opinión
—¿ Lo jura ?— se volvió un poco y me miró. Noté que estaba llorando
—Lo juro— prometí, y Jake se relajó un poco. Le invité que se sentara y el accedió.— Entonces, ¿ qué me dices ? ¿ Me harás un buen dibujo para mi consultorio ?Jake asintió y tomó otra hoja y lápiz.
<<Lo logré— pensé.— Se ha abierto un poco más conmigo, y eso es un avance. Samantha Murphy debe ser alguien demasiado importante para él, pero juré no preguntar nada>>.
Pasaron varios minutos, Jake se había tomado su tiempo para hacer el dibujo. De vez en cuando levantaba la vista para observarme y luego la volvía a bajar. El reloj del cambio de hora había sonado hace cinco minutos cuando Jake se levantó.
—Gracias, doctor, había olvidado todo lo que me encantaba dibujar— extendió su mano y me ofreció la hoja, yo la tomé, y añadió:— Nos vemos la semana entrante. Y espero volver a ver a su novia alguna vez— hablaba como si Emily no lo escuchara
Se despidió de Emily cuando salió, y eso me dolió un poco.<<De mi nunca se despide— pensé>>. Observé el dibujo con detalle, y probablemente fuese perdido mi mandíbula si no la tuviera sujeta a mi cara. Me había dibujado a mí, pero, había captado cada detalle; mis ojos claros, los rizos largos que caían en mis orejas, los lentes que usaba. Todo. Todo estaba en ese dibujo.
—Vaaya. Qué chico más interesante— comentó Emily. Yo solo pude seguir observando mi dibujo. Lo bajé para mirar a Emily a los ojos, y, por un momento, me perdí en su mirada. Me pasaba cuando la miraba mucho tiempo a los ojos, y después, no sabía como detenerlo.—Y...— dijo Emily sacándome de mi trance. Añadió:— ¿ Ahora qué haremos ?
—¿ Ahora ?— asintió con la cabeza.— Ahora, vamos a desayunar— me levanté y caminé hacia la puerta para abrírsela
—¿ Desayunar ?— ella se levantó
—Sí— contesté.— Normalmente lo hago aquí cuando no alcanzo en mi casa...
—Lo cual no es muy seguido— dijo sonriendo
—Exacto. Así que, después de ti— extendí el brazo hacia la puerta en una seña de que saliera
—Qué caballeroso. Muchísimas gracias
—No tiene por qué agradecerme
Estallamos en risas unos minutos ante lo ridículos que nos debíamos de ver. Luego ella salió y yo la seguí. La guie hasta la cafetería, donde comeríamos algo.
—Entonces... ¿ Esto es lo que haces todos los días ?— preguntó Emily
—Si, excepto llegar tarde claro— reímos un poco
—Allan yo...— Emily se sonrojó y miró a la mesa.— Lamento lo de esta mañana...
Me costó un momento asimilar lo que había dicho. Era difícil de saber a qué se refería de tantas cosas que pudieron haber sucedido. Pero caí en cuenta de a qué se refería cuando vi que se sonrojó más al no conocer mi respuesta.
—¿ Te refieres al pequeño encuentro ?— ella agachó más la cabeza.— No te preocupes
—¿ De verdad ?