Velocirraptor

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A Flynn le encantaba tomar aire fresco por la mañana. Pero hasta eso le habían quitado pues en frente de su apartamento habían construido una empresa de clarinetes y le tapaba toda la brisa que pudiera llegarle. Desanimado, se arrojó en su cama aún sin hacer.

Su primer pensamiento fue Tasha. La noche anterior la había pasado de maravilla y no podía esperar para verla de nuevo. Se volvió a levantar de la cama y caminó hacia el baño para darse una ducha, tenía que empezar el día de alguna forma. 15 minutos después ya estaba limpio, perfumado y bien vestido, con muchos ánimos abrió la puerta del apartamento de par en par para encontrarse con un velocirraptor con una Bazooka.

Flynn retrocedió, aterrado.

-Disculpe mi buen amigo, ha usted visto a un tiburón?- Dijo el velocirraptor- Se me ha perdido y creo que lo vi entrando a su casa-.

-Vaya, no, no he visto nada. Igual entró cuando me estaba bañando- Respondió Flynn, aún algo sorprendido.

Flynn le ofreció al velocirraptor entrar en su apartamento para buscar al tiburón porque tenía miedo de que si no coperaba, este lo atacara con su bazooka. Luego de unos 5 minutos buscando y aplaudiendo para intentar llamar al tiburón, algo en el refrigerador de Flynn comenzó a moverse.

-Bartolito ¿Eres tú?- Preguntó el velocirraptor que se acercaba al refrigerador.

Jaló la puerta con fuerza y se encontró a Bartolito el tiburón mordiendo enérgicamente un trozo de chorizo. Contento, el velocirraptor cambia su bazooka a modo succión y dispara un sopapo que atrapa al tiburón y lo saca del refrigerador- Todo esto debido a que evidentemente los brazos del velocirraptor son demasiado cortos para sacar al tiburón por su cuenta- Una vez fuera, se monta en el tiburón y se despide de Flynn mientras salta por la ventana del apartamento.

En ese preciso momento Flynn se dió cuenta de que es lo que estaba pasando. ¡Era el día aleatorio! El día del año en que todo el mundo tenía permitido hacer las bromas más raras que se les ocurriera. Sus ganas de empezar el día disminuyeron considerablemente. Pero no podía quedarse todo el día en casa ya que eso arruinaría la trama. Así que se armó de valor para salir con el pretexto de que necesitaba reponer la comida que se había comido el tiburón.

En su camino se encontró con sillones y elefantes voladores, voldemorts robando shampoo y nutellas, gente invocando limones por accidente y otros que por accidente armaban estanterías, además de algún que otro lémur xilofonista que intentó seducirlo.

Cuando por fin llegó a la tienda todo su esfuerzo se vió recompensado, pues se encontró con nada más ni nada menos que Tasha.

-¡Flynn! Que sorpresa verte aquí- Dijo Tasha cuando lo vió.

- ¡La sorpresa es mía! ¿Estás gastando el premio de ayer?- Preguntó Flynn.

-Más o menos, ¿Y tú? Vives cerca de aquí?- Rió Tasha.

-Si¿Nos veremos hoy en el casino?- añadió Flynn.

-Claro, ahí estaré- Respondió Tasha, entusiasta.

Flynn se despidió de Tasha y se fue al pasillo de al lado, cuando comenzó a escuchar una nueva conversación.

-¡Tasha! Tiempo sin verte!- Dijo la voz de un hombre.

-T-Tyrone...¿Qué haces aquí?- Preguntó Tasha, nerviosa.

- Vine a comprar ¿No puedo venir a comprar a la tienda? Me queda cerca de casa, no voy a ir a otra si esta está cerca.- Dijo Tyrone- ¿Y? ¿Ya estás lista para volver?.

-¿De qué estás hablando Tyrone? Te dije que no volvería. Se acabó.

-Si claro, como si fueras capaz de vivir sin mí, Tasha- Rió Tyrone.

-Yo soy perfectamente..-

-¡Tasha! ¡Cariño ahí estabas!- Dijo Flynn, apareciendo detrás de una estantería y agarrandola del hombro.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2023 ⏰

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Unidos por el juego~ [Flynn Rider x Tasha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora