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Tas años de guerra y combates contra los reinos... las guerras cesaron y se impuso un gobierno central neutro feérico, que se encargaría de poder llevar la armonía entre todos los reinos, como también se implanto la ley de las cortes que permitía a los reinos poder gobernar bajo sus tierras, tener su propio ejército y linaje. Cada reino poseía un heredero que debería de formarse para la alianza que llevaban intentando entre todos los reinos y es esta, nada más que, con la mesa redonda, donde todos los reyes de los reinos se reunían de manera igualatoria en una gran mesa para poder decidir planes futuros, o grandes alianzas.

Aun legalmente sea una mesa democracia siempre ha habido dos reinos que destacaban más en cuanto a poder y decisión, dos reinos completamente opuestos como son el hielo y el fuego, las reuniones podrían llegar a ser muy importantes o una simple pérdida de tiempo.

O es eso lo que me decía mi padre... Hefesto el rey del fuego, es uno de los más importantes en cuanto a decisiones en esa reunión. Cada plenilunio se reunía en la gran corte feérica neutral, muchas veces me intente escapara o posar mi oreja en la puerta para poder escuchar de que es lo que se hablaba, pero siempre un guardia de mi padre me acababa devolviendo a palacio...

Mi interés en aquello iba aumentando cada vez más mientras crecía, veía que era la única heredera de mi reino y mis ganas de poder llegar a la mesa redonda aumentaban por segundos, aquellas reuniones importantes, el simple papel de poder llevar un reino entero... hizo que mis fanas de querer llegar a gobernar, a ser una buena reina para los de mi tierra crecía y crecía sin yo darme cuenta.

—Es difícil poder llegar hasta muy arriba hija... en un mundo donde las ideologías ganan a la moral... en un mundo donde no se permiten abrirse a nuevas ideas... por eso... solo si tú quieres... te preparare para ser la mejor y llegar un día a poder gobernar junto a los más fuertes del reino...— recordé que mi padre me dedica una noche en el jardín del Palacio real mientras jugábamos con nuestro corcel en llamas.

Tal vez en ese entonces yo tenía solo unos diez años, pero acepte y fue la mejor decisión que he llegado a tomar en mi vida.

A mi padre le habían caído unas reprimendas por no poder concebir a un heredero varón y la mesa amenazaba que su reino desaparecería si no hubiera un heredero "en condiciones".

La cosa esta clara, este heredero varón nunca llego, este heredero que la mesa no paraba de pedir nunca llego, y al cambio, en vez de que mi padre me odiara por no ser un varón, estaba orgulloso y feliz de tenerme, asi que no dudo en poder prepararme bien, no paró ni un segundo en enseñarme todas las lecciones necesarias todo lo que un buen heredero debería saber.

Nuestro reino consigue destacarse entre los demás, por muchos factores sean buenos o malos, en el reino de fuego somos muy apasionados y serios la verdad, pero en cuanto amor, somos los que más amamos, y es que, nuestro corazón funciona por una pequeña llama de amor, esta llama puede ir creciendo o hacerse más pequeña, pero eso sí, una vez apagada, es el fin, se podría decir que morimos por amor, o por falta de amor, o por otras cosas no se realmente no acabe de encontrarle sentido.

Volviendo al tema, Hefesto, mi padre, me estuvo entrenando desde pequeña para poder conseguir que me ganara un puesto en la mesa redonda, él sabía que se me iba a hacer más complicado que a los demás, ya que los demás varones, no necesitaban esforzarse para demostrar su liderazgo y poder, pero para mí, como algunos reinos son muy conservadores y cerrados, me tocara poder demostrar de lo que soy capaz y que puedo ser mejor que ellos, o incluso peo.

Asi que gracias a eso soy lo que soy ahora... Tengo unos objetivos claves en mi vida que cumpliré pase lo que pase, llevare a mi reino, no dejare que nada me desvíe de mi camino, nada ni nadie.

Blue FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora