Jin GuangYao sintió su pecho aplastado, la furia en los ojos de Lan XiChen no era algo familiar para él. Ni siquiera se igualaba al enojo que demostró en el templo Guanyin cuando usó a Shuoyue para detenerlo.
— ¡Responde! —
Con dificultad pasó el nudo que se había formado en su garganta.
— Yo no pedí ninguna concubina, el, el maestro, el maestro QiRen dijo que la traería y que debía aceptarlo sin chistar, ni siquiera fue una opción para mí, si estuviera en mis manos jamás lo habría permitido —
Lan XiChen lo soltó finalmente.Su rostro paso a la total confusión y el odio que había mostrado se desvió de él.
Jin GuangYao estaba respirando agitadamente, aún asustado por esa reacción tan irreal en su amado, tenía que aclararlo todo. Era lógico que no lo iban a querer por su origen pero no Lan XiChen, él no podía odiarlo, no soportaría ver el rencor en su mirada.— Jamás habría aceptado algo así... Lan XiChen, soy tuyo y así como estoy dispuesto a entregarme por completo a tí, quiero lo mismo de tí, no soportaría la idea de que en las noches otra persona caliente tu cama. Jamás he tenido nada que pueda llamar mío y tenerte a tí es más de lo que pude pedir —
Lan XiChen tomó su mejilla con una mano, unió sus frentes y habló muy cerca de su rostro ya con el corazón calmado y un tono suave.
— Jin GuangYao, soy tuyo de pies a cabeza, jamás podría estar con alguien que no seas tú —
Sus labios se unieron en sintonía perfecta de un beso lleno de deseo, Lan XiChen le rompió la túnica superior comenzando a besar su cuerpo.De pronto lo cargó haciendo que rodeará su cadera con las piernas para llevarlo al dormitorio y hacerle el amor hasta que ambos estuvieran totalmente cansados.
Y fue lo único que Zewu-Jun deseaba, unirse a él, saberse suyo para calmar el fuego de su corazón, sea lo que sea que haya sucedido en este momento, nada importaba más que el amor que compartían.
Más de tres semanas después, Lan XiChen voló a QingHe dejando nuevamente a su esposo en los recesos de las nubes.
Jin GuangYao se sentía tan mareado y con demasiadas náuseas, además, su estómago estaba hecho una revolución.
Ya habían pasado como cuatro días desde que el líder de la secta se había ido y él no había salido una sola vez, ni siquiera había ido a visitar a Wei WuXian.Con la preocupación a flor de piel, el patriarca Yiling decidió hacerle una visita. Llamó a la puerta del Hanshi varias veces sin respuesta, por ello decidió entrar, no quería imaginar que su hechizo haya matado al esposo de Zewu-Jun ya que sería atarse una soga al cuello.
Entró sin cortesías dándose cuenta que no había nadie en la sala principal, enseguida corrió al dormitorio cuando escuchó ruidos extraños y al entrar lo encontró, Jin GuangYao estaba en la cama con los ojos cerrados, una mano en la cabeza mientras la otra estaba en su estómago.
— ¿Estás dormido? —
El Jin suspiró profundamente y negó.
— Ya no —
Wei WuXian se acercó y tomó asiento a su lado, estaba realmente preocupado al verlo así. Con cuidado tocó su rostro con el dorso de su mano y se sorprendió al ver que estaba ardiendo.
— Tienes fiebre, llamaré al médico —Jin GuangYao lo detuvo sosteniendo su muñeca.
— No quiero ver al médico, revisame —
Wei WuXian frunció el ceño. Tal vez sí era consecuencia de su experimento, tendría que asegurarse antes de llamar a nadie.— Dime lo que sientes _
Jin GuangYao apenas se movía.
— Náuseas, muchas náuseas, mi estómago literalmente se mueve —
Wei WuXian prestó atención y una sonrisita se liberó de sus labios.
— ¿Qué más? —
Jin GuangYao al fin abrió los ojos cuando sintió su vientre ser descubierto.
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Redención
FanfictionJin GuangYao encontró un antigüo libro que cambiaría todo el rumbo de su final, entonces, cuando Nie MingJue rompió su cuello, todo volvió a comenzar.