Sueño, pesadilla o realidad

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El sonido de suaves palabras hicieron que despertara de aquel sueño profundo.
Todo parecía tan absurdamente ridículo.

— Espero que despiertes pronto... de nuevo te pido perdón por haber sido tan torpe. Me educaste como al mejor discípulo que la secta Lan y Jin pudieran tener y en cambio te pagué con dolor. A-Niang, te extraño demasiado —
Las manos pequeñas tocaron las suyas y Jin GuangYao las sostuvo en respuesta.

— ¡A-Niang! —
Pasos apresurados rompieron el silencio y Jin GuangYao finalmente abrió los ojos, estaba en el Hanshi, XiùYīng sostenía sus manos y sus dos mellizos habían entrado a la habitación también con clara sorpresa en su mirada.

TàiYáng corrió a su lado.
— A-Niang, ¿cómo te sientes?, ¿hay confusión, dolor? —
A-Yao parpadeó confundido.
¿No estaba siendo atormentado por el demonio?, ¿no había liberado a sus hijos de sus garras?, ¿qué estaba pasando? ¿todo terminó?

Entonces una túnica blanca hizo acto de presencia detrás del grupo de jóvenes y su voz, esa voz suave y llena de ternura rompió todo silencio a su alrededor.
— A-Yao, oh cielos, A-Yao, al fin despiertas. Niños, no abrumen a su madre, permitan que respire —
Lan XiChen se acercó a la cama donde Jin GuangYao estaba recostado, XiùYīng se puso de pie liberando su agarre sin realmente desearlo.

El primer jade sostuvo su mano con firmeza y revisó su pulso también colocó su mano en la frente para comprobar si había fiebre.
— Parece estar todo en orden, imagino que estás confundido, ¿cierto? —
Jin GuangYao no respondió, su mirada era profunda, no sabía si quien estaba frente a él era aquel demonio o si era el verdadero Lan XiChen.

El líder de la secta Lan se giró hacia sus hijos.
— Hijos, por favor, permitan que A-Niang descanse, estaré con él pendiente de todo lo que necesite, vayan a cumplir sus deberes del día, lo verán más tarde —
XiùYīng tenía una mirada rota y llena de dolor, TàiYáng y YuèLiàng lo abrazaron y lo llamaron afuera.

Estaba bien, ellos podían irse y tal vez huir, si fuera necesario él se sacrificaría para que ellos sobrevivan.

Una vez que los tres jóvenes salieron de la habitación y Lan XiChen cerró la puerta detrás de ellos para después regresar a su lado con una mirada llena de profunda tristeza.
— A-Yao, entiendo que todo puede ser abrumador, pero necesito que me digas todo lo que recuerdes —
Jin GuangYao se negó a responder, sería tonto e inocente si se tratara del demonio sin embargo Lan XiChen pareció entender que tenía miedo dando la imagen de decadencia y dolor.

— Supongo que no tienes algún recuerdo reciente, no te preocupes, te lo diré todo; por desgracia hace un par de meses fue la primera cacería nocturna de Xiao Ying, nuestro hijo más pequeño, decidiste ir con él porque tenías miedo de que las cosas salieran mal, era un pueblo cercano y todo estaba bajo control pero nadie sabía que realmente ahí había algo más que simples cadáveres de bajo nivel.

Resultó que había una bestia que podía ejercer control mental de sus presas robando su consciencia para debilitarlos y después devorarlos.

La bestia intentó matar a XiùYīng lanzando su veneno pero te interpusiste. Yo, lamento mucho no haber llegado antes, tenías sospechas de que algo podía salir mal pero no te escuché.

A-Yao, lo siento, perdiste la consciencia durante dos meses, me temo que pudieras haber olvidado toda una vida y sólo hay una manera de saberlo —

Jin GuangYao frunció el ceño conforme la historia era relatada.

— Por eso es importante que me digas que es lo que recuerdas, si tenemos suerte, podríamos intentar recuperar tus recuerdos. El maestro Wei ha estado trabajando arduamente para intentar crear alguna manera de recuperarlos sin embargo, si no sabemos cuánto se perdió... —

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