¿En dónde estás?

37 10 1
                                    

Era de madrugada en Yunmeng Jiang pero Jin GuangYao despertó sin que alguien o algo lo haya motivado, su mirada se centró en el techo de la habitación que compartía con Jiang WanYin.

Su respiración estaba ligeramente acelerada y su corazón latía fuertemente.
Con cierto miedo se levantó de la cama, Jiang Cheng ni siquiera lo notó así que decidió salir de la habitación a tomar algo de aire.

Su piel se erizó cuando una sombra oscura hizo acto de presencia detrás de él.

— A-Yao —

Jin XuanYu solía recibir a Nie HuaiSang en cada oportunidad que le era propicia, en otras ocasiones ambos acordaban verse en algún lugar intermedio entre Lanling y QingHe para no levantar sospechas.

Esa mañana XuanYu fue a buscar a su novio como siempre, a una taberna de mala muerte, pidieron una habitación y se encerraron para hacer el amor hasta estar totalmente saciados.

XuanYu solía acurrucarse en el pecho del mayor a pesar de que sus alturas eran contrarias.

HuaiSang habló para romper el silencio de la habitación.
— ¿Y como has estado, XuanYu?, ¿es cierto que tu hermano se quedó una semana más en Lanling? —
XuanYu levantó ligeramente la cara.

— Sí, él y su esposo se quedaron unos días más, incluso me contó sobre aquel talismán que Wei WuXian diseñó para que pudiera darle hijos a Zewu-Jun, dijo que era secreto y no podía compartirme nada pero después terminó aceptando y yo lo dibujé en mi lista de talismanes —

Nie HuaiSang pareció extrañado con esa historia.
— ¿Piensa darle hijos a Jiang Xiong? —
XuanYu se sintió decaído, su intención al comentar eso era que HuaiSang lo alentara a usar el talismán, aunque claro, proactivamente había colocado ese talismán en su cuerpo antes de visitar a su amado.

Pensó que tal vez con algo de suerte, podría darle un hijo y entonces ya no volvería a esconder su amor a nadie, podría con orgullo decir que llevaba en su vientre al hijo del amor de su vida y que haría todo por él.

HuaiSang lo tomó de la barbilla dándole otro beso.
— No respondiste —
XuanYu se puso ligeramente nervioso.
— Te lo diré pero no le digas a nadie, solo lo sabe la familia y no quiero meterme en problemas —

Nie HuaiSang soltó una risa divertida.
— Bien, bien, dime —
XuanYu continuó.
— Yao gē tiene ya doce semanas de embarazo, incluso me dejó tocar su vientre y lo pude sentir, era tan chiquito —

Nie HuaiSang se puso totalmente serio, era obvio para él, esa víbora solo estaba buscando conseguir poder, era lo único que justificaba su acercamiento a Jiang WanYin, después de todo, Nie y Lan lo detestaban, no podría subir de rango en sus sectas, en cambio, ahora tenía sentido el crecimiento desmedido que estaba teniendo Yunmeng Jiang.

El plan sería claro, volver a Yunmeng Jiang la secta más poderosa y exigir el mando del cultivo, de esa forma sería intocable.

Con clara molestia se puso de pie para empezar a vestirse.
— A-Sang, ¿qué sucede? —
El Nie no lo volteó a ver, solo siguió vistiendo su ropa y se marchó sin despedirse.

Yunmeng Jiang estaba de cabeza, su líder tenía a Zidian liberado mientras gritaba en todas partes.

Cuando despertó por la mañana en lugar de encontrar a su amado esposo y su bebé ahí, encontró la cama vacía, se puso a buscar a A-Yao sin que nadie lo hubiera visto en ningún lugar.

Incluso habían buscado en las zonas más peligrosas y recónditas de todo el muelle de loto sin una sola pista. Nadie tenía idea de cómo se podría haber desvanecido en la nada.

RedenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora