Diciembre 2012

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24 de diciembre del 2011 – 6:32pm

Edad: 7 años

Minho sonrió emocionado, mientras salía de la cabaña que sus padres habían rentado en una bella villa en Aspen, aquel lugar turístico que el pequeño Min de 7 años había visto en televisión y del cual se enamoró, insistiendo a sus padres hasta que estos accedieron en pasar navidad y año nuevo en aquel lugar.

—¿A dónde crees que vas? —Le detuvo su madre tomándolo de debajo de las axilas y alzando al niño, quien siquiera había podido salir del pórtico de la cabaña.

—¡Quiero ir a jugar! —Grito con emoción mirando con ojos brillantes a su madre.

—Es muy tarde Honnie... Además, cenaremos en un rato, recuerda que tienes que dormirte temprano para que Santa venga...

—Pero mamá —Se quejó con un puchero —Quiero ir a jugar en la nieve...

Su madre miro hacia adelante viendo a algunos infantes de edad similar a la de su hijo andar de allá para acá.

—No se Honnie...

—Déjalo amor —Dijo apareciendo detrás de la mujer el señor Lee, padre de Minho.

—No puedo dejarlo solito fuera, necesitamos terminar la cena ¿Y si se pierde?... Estamos en un lugar desconocido para el...

—No se perderá, estas cabañas están rodeadas, la única entrada y salida es por donde llegamos, así que Min estará bien, deja que juegue...

—¿Estará bien?

—Lo estará —Sonrió dulcemente su esposo, la señora Lee miro a su hijo un momento y suspiro, dándole un beso en la frente antes de bajarlo.

Minho balanceo sus piecitos hasta que estos al fin tocaron el piso.

Su madre le acomodo su bufanda, se aseguró de que su gorrito tapara sus pequeñas orejas y que los guantes le calentaran lo suficiente, y cuando asintió el pequeño infante no tardo nada en correr con una cubeta y pala de juguete para empezar a armar un castillo de nueve.

Sus padres lo observaron unos segundos, hasta que el señor Lee tomo las manos de su esposa y la llevo hacia dentro de la cabaña, con la misión de terminar su deliciosa cena para tres.

Mucho rato después, Minho caminaba mirando fijamente el suelo, hasta que su pequeña cabeza se chocó con algo haciéndolo caer sobre su trasero en el frio suelo cubierto de nieve

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Mucho rato después, Minho caminaba mirando fijamente el suelo, hasta que su pequeña cabeza se chocó con algo haciéndolo caer sobre su trasero en el frio suelo cubierto de nieve.

—¿Estas bien?

Lee dejo de sobar su frente y levanto la mirada, topándose con unos grandes ojitos color miel que lo miraban fijamente.

—Lo estoy —Murmuro bajito, algo tímido.

—¿Qué hacías así? —Pregunto el niño frente a él, imitándolo mirando fijamente el piso.

—Busco una ramita —Murmuro entre suspiros —Hice un castillo y necesita su bandera.

—¿Una así? —Señalo el niño detrás de él, donde un adorable muñeco de nieve yacía sobre el frio suelo.

Minho observo fascinado aquella construcción, que sobre su cabeza tenía una pequeña rama con una hoja pegada que simulaba una bandera.

—¡Si, busco una así!

El niño de grandes ojos camino hacia su muñeco y poniéndose de puntitas le quito la ramita, girándose con una bonita sonrisa al niño que seguía sentado sobre el suelo.

—¡Te la regalo!

Minho miro la mano del niño con desconfianza y negó.

—No puedo tomarlo, mami me dijo que no tome cosas que me regalan los extraños...

—Pero solo soy un niño... No quiero robarte tus juguetes ¡Yo tengo los míos!

Min miro nuevamente la mano y asintió, el otro niño le extendió su mano libre que fue tomada por el menor y lo ayudo a levantarse.

—¿Dónde está tu castillo?

—Por aquí —Murmuro caminando hacia su castillo con el de ojos color miel caminando detrás de él, al llegar Minho tomo la ramita le regalaron, para después colocarla en la punta de una torre de su castillo.

—¡Quedo perfecta! Tu castillo es muy lindo —Le halago con una sonrisa.

—Lo sé —Dijo el menor.

—¿Me enseñas? —Pregunto con ilusión el mayor, pero antes de que Minho pudiera contestarle dos gritos diferentes llamaron la atención de ambos niños.

—¡Honnie!

—¡Sunggie!

Gritaron las madres de ambos menores desde la entrada de sus respectivas cabañas.

—Tengo que irme —Dijeron al mismo tiempo.

—Mañana puedo enséñarte a hacer un castillo —Sonrió por primera vez Lee.

Jisung asintió y se fue hacia donde su madre al igual que Minho.

Al día siguiente Minho cumplió su promesa, y le enseño a Jisung a hacer un castillo de nieve, el día después de ese Jisung le enseño a hacer un muñeco, el día veintiséis solo se dedicaron a jugar con sus regalos de navidad y el día veintisiete en la mañana ambos se despidieron pues la estadía de Jisung había terminado.

—Hasta la próxima, Honnie.

Holis! Regreso con este escrito que supone ser navideño, pero es realmente algo random que me dio por escribir, cuenta con 10 capítulos que iré subiendo desde hoy hasta el día de navidad, espero les guste y si tienen algún comentario háganmelo sab...

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Holis! Regreso con este escrito que supone ser navideño, pero es realmente algo random que me dio por escribir, cuenta con 10 capítulos que iré subiendo desde hoy hasta el día de navidad, espero les guste y si tienen algún comentario háganmelo saber, besos!

𝓢𝓮𝓮 𝔂𝓸𝓾 𝓷𝓮𝔁𝓽 𝓒𝓱𝓻𝓲𝓼𝓽𝓶𝓪𝓼 - 𝓗𝓪𝓷𝓴𝓷𝓸𝔀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora