Capitulo 3

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-¿Y bien? ¿Qué haremos con eso? - Dan señaló la cola sobresaliente de la espalda baja de Drag.

-No podemos ocultarla - dijo pensativa la única chica en la habitación.

-Podría mantener mi apariencia humana si no tuviera la marca - mencionó señalando su pecho, el cual estaba cubierto de vendas.

-¿Puedes parecer humano? ¿Eres un híbrido? - preguntó con sorpresa e intriga Dan.

-Todos los dragones tenemos tres apariencias la primera y la que todos conocen, dragón; la segunda y en la que estoy ahora, híbrida y la tercera la que muy pocos conocen, humana; todos creen que soy un híbrido de humano y dragón, pero en verdad soy un dragón de sangre pura - explicó con seriedad mientras enumeraba cada una de sus apariencias con sus dedos.

-Y la marca de esclavitud impide que te conviertas en un dragón completo - razonó Dan.

-Malditos… Tuve que hacerlos sufrir más - murmuró malhumorada. -Debemos buscar un médico que quite su marca - mencionó señalando a Drag.

-Será mejor ir a los barrios bajos para eso, lo legal nos metería en problemas - razonó Dan.

-Puedo quedarme en el barco mientras ustedes van a la ciudad - propuso mientras coloreaba en unas hojas que Dan le había entregado.

-Bien, entonces ya está - la cantarina voz de la capitana hizo sonreír a sus tripulantes.

-Tocaremos puerto dentro de unas tres horas -

-Entendido, leeré un poco entonces -

-Capitana… ¿Puedo leer con usted? - tímidamente mantenía baja su cabeza, el pequeño dragón dejó los lápices de colores sobre las hojas para dirigirse a su superior.

-Claro, vamos -

Cuando ambos salieron Dan vino con miedo las dos perlas en su mano, sabía que si Alexandra tenía conocimiento de esa información sería mucha presión sobre ella.

-Lo siento Ale no puedo decirte esto… Aún no es el momento - oculto en su bolsillo base perlas.

En Rutilans prevalecía la paz  y la armonía entre su gente, la base marina era de gran ayuda para no ser atacados por piratas o bandidos, pero aún así la injusticia era algo común; por esa razón un pequeño grupo de vigy les hacía frente a estas injustas formas de vida.

-Su majestad, debemos tomar medidas en contra de esos vigy - el tono prepotente de uno de los consejeros hizo que el rey rodase sus ojos con cansancio.

-Las medidas contra ellos seguirán siendo las mismas -

-Pero su majestad - exclamaron los concejales.

-Ya he dado mi orden, obedezcan - rugió con furia, estaba más que cansado de tener la misma discusión tres veces a la semana.

-Señor, la señorita lo espera para tomar el desayuno - informó una sirvienta.

-Bien, iré en un momento -

-Señor esto no puede seguir así - bramó uno de los concejales.

-No quiero seguir hablando de esto, Vanessa me espera - y como si fuese un niño salió de la habitación con una sonrisa emocionado de ver a su niña.

En uno de los jardines estaba una hermosa joven jugando con las mariposas como si fuese una niña, el viento movía con gracia su cabello, aquel que caía como una cascada sobre sus hombros.

-Vanessa - saludo abrazándola.

-Kenny, ¿cómo vas con esto de ser rey? -

-Es cansado, no sé cómo mi padre pudo hacerlo todos estos años - las ojeras en sus ojos eran clara muestra de que no mentía.

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2023 ⏰

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