𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲- 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬

𝐀𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐨𝐤𝐚𝐲?

Eran alrededor de las 3 de la mañana. No podía dormir por más que tratara. Me acomodaba de un lado, del otro y no había resultado. Agarre el celular y comencé a ver redes sociales. Baje el brillo y volumen ya que a mi lado estaba Alex durmiendo.

Un leve dolor en la sien se hizo presente. Dejé el teléfono y me volví a acomodar para poder dormir. Ya llevaba varios días con insomnio y me sentía fatal. No había una razón específica por la cual no pudiera descansar. Tal vez era el sobre pensar las cosas. Realmente desconocía la razón por la cual no podía estar tranquila.

Pasaron alrededor de unos 20 minutos y volví a agarrar el celular. 3:45 marcaba el reloj. En mi rostro se hizo una mueca de desesperación. Tenía sueño. Quería descansar pero algo me impedía. Voltee a ver a Alex y este estaba profundamente dormido.

Me dio mucha ternura ver a Alex durmiendo. Parece un pequeño niño. Sonreí al verlo y luego me levanté de la cama. Salí al balcón que estaba en la habitación. Me senté en uno de los sillones que decoraban el balcón.

La luna estaba muy linda. Era luna llena. Reflejaba una luz tan hermosa que me transmitía una sensación de serenidad. Tome una foto con mi celular y la subí a mis historias de Instagram. Poder respirar el aire del exterior me hacía sentir menos asfixiada. El viento frío pegaba en mis mejillas. Los sonidos de los grillos y pequeños animales se hacían presente.

No se en que momento las lágrimas comenzaron a caer de mis mejillas. No se porque me sentía tan mal. Un dolor en mi pecho se hizo presente. Sentía como si me estuvieran apretando mis pulmones y me impidieran respirar. Me limpiaba las lágrimas con las mangas de mi suéter pero a medida de que las limpiaba caían más.

Cerré mis ojos y dejé que las lágrimas dejaran caer. Apreté los labios para tratar de ser silenciosa y que Alex no se despertara. El aire que hace unos instantes era puro se volvió denso. Mis manos temblaban y sentía que en cualquier momento iba a colapsar. Me sentía en un espiral de pensamientos negativos. No entendía por qué estas emociones intensas me estaban dominando en ese momento aparentemente normal. Un momento el cual se supone que debería de estar durmiendo y descansando.

-¿Qué pasó?

La voz me sacó de mis pensamientos. Voltee a ver y Alex estaba enfrente de la ventana que da para entrar al balcón.

Limpié mis lágrimas torpemente. Quería hablar pero no podía. No me salían las palabras por más que tratara. Sentía un nudo en mi garganta que me impedía hablar. Lo miré directamente a los ojos y pude ver que sus ojos reflejaban preocupación. Se acercó a mi y se puso frente mío.

-¿Qué tienes?

Las palabras no las podía articular. Me costaba siquiera abrir la boca para emitir un sonido. Él notó esto y entendió que todavía necesitaba un poco más de tiempo.

-¿Todo está bien?

Alex me limpió las lágrimas y acarició mi mejilla.

-Si...

Fueron las únicas palabras que pudieron salir de mi boca. Evitaba la mirada de Alex porque no me gustaba que me viera en este estado.

-¿Hice algo malo?

Alex habló con una voz un poco triste. Nuestros ojos hicieron contacto. Yo inmediatamente negué con la cabeza. El no tenía la culpa de nada.

-Ya sé que no soy el mejor novio del mundo pero quiero saber que es lo que te pasa. Me preocupas demasiado y no puedo estar tranquilo sabiendo que tú estás mal.

Pasó un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.

-No se que es lo que tienes pero no me gusta verte triste o mal. Tú sabes que puedes platicar conmigo de lo que tú quieras. Yo estoy aquí para ti.
Para escucharte y ayudarte. Me duele verte así. Si yo pudiera créeme que haría todo lo posible para que sea lo que sea que te esté molestando se vaya y así puedas volver a sonreír

Mis ojos se cristalizaron más y comencé a llorar. Me abalancé hacia los brazos de Alex. Me recargué en sus hombros y dejé que las lágrimas fluyeran. El acariciaba mi espalda para consolarme. Me sentía segura al estar a su lado. Estando con él.

-Perdón...

Hablé después de un rato estar abrazados.

-No pidas perdón amor. No hiciste nada malo. Está bien que saques todo lo que tienes dentro

Escuchar sus palabras me reconfortaban pero me destruía que tuviera que pasar por esto solo por un mal momento mío.

-¿Quieres hablar?

Negué con la cabeza y este solo asintió. Me dio un beso en la frente y se sentó al lado mío.

-¿Quieres quedarte aquí?

-Si... me quiero quedar contigo...

Me recosté en su hombro y una sensación de paz comenzó a subir por todo mi cuerpo. No era la misma paz que creía tener  unos instantes atrás. Era una paz la cual me hacía sentir tranquila.

Poco a poco me fui calmando. Alex me acariciaba el cabello. El aire frío inundó mis pulmones y sentí como si mis pulmones se fueran limpiando a medida que entraba el aire. Mis manos dejaron de temblar y fui tomando cordura.

-Alex...

-¿Mande mi amor?

-Te amo mucho

Lo miré y mis ojos se volvieron a cristalizar.

-Te amo demasiado. No sabes lo segura y tranquila que me haces sentir

Me acosté en su pecho y lo abracé fuertemente. Me aferré a él con mucha fuerza. No quería soltarlo. Quería estar un rato más en sus brazos. Alex depositó varios besos en la cabeza. Poco a poco mis ojos comenzaron a pesar.

-¿Amor?

Alex me dio unos pequeños toquecitos en la espalda.

-¿Mande?

-¿Ya te quieres ir a acostar?

Asentí y Alex me cargó. Me llevó a la cama y me dejó delicadamente. Me arropo y luego se acostó conmigo. Me acomodé con el para que pudiera dormir abrazada junto a él. Ya estando acostada en su pecho, solo podía escuchar sus latidos. Alex trazaba líneas con su dedo en mi espalda para tranquilizarme.

-Descansa mi niña

Me levanté de su pecho y le di un beso. Era un beso de amor. Un beso que hablaba sin palabras, expresando un cariño profundo y sincero.

-Descansa amor

Me volví a acomodar y poco a poco fui cerrando los ojos hasta quedarme completamente dormida.