ÁGAPE; Ferran Torres

4|| Tiempo

Me desperté con alguien abaratándome, esa no era mi habitación, giré mi cabeza y me encontré a Ferran dormido, sin camiseta ¿que? Levanté con cuidado las sábanas y vi que estábamos completamente desnudos. No no no esto si que no.

Me levante con cuidado y cogí mi ropa, me vestí y salí de allí lo antes posible entre en mi habitación, Pedri y Laura desnudos, joder.

No sabía dónde ir, estaba despeinada, estaba fatal, donde me metí ¿yo?

—¿Sheila?—escuché la voz de Gavi y me di la vuelta rápido cerrando la puerta detrás mío con sumo cuidado

—Gavi...—susurre

—¿Que haces aquí?—pregunto sin entender nada

—Déjame entrar a tu habitación porfavor—el asintió y pase a su habitación

—Déjame que te deje algo—me senté en la cama y busco ropa para dejarme

—Gracias, voy al baño—el asintió y se sentó en la cama tocándose los ojos del cansancio

Me metí en el baño y limpie un poco mi cara, me puse lo que me dio Gavi y me hize una coleta alta. Salí de allí sentándome al lado de Gavi.

—¿Porque estabas en el pasillo?—pregunto mirándome

—No se lo cuentes a nadie porfavor... pero ayer me acosté con Ferran, lo acabo de descubrir ahora mismo ninguno estaba conciente—toque mi frente

—Pero no pasa nada muchacha—me acaricio la espalda

—Si pasa Gavi, si, mi padre me va a matar, me va a mandar a la mierda, y nos acabamos de conocer—suspiré

—Sheila, es algo normal, me ha pasado muchas veces , estate tranquila—me abrazó

—Yo no quería...—susurré

—Yo creo que si, aunque lo niegues—rodé los ojos

—No me gusta, no tendría nada con él—lo miré a los ojos

—Te estás mintiendo a ti misma, el primer día que os visteis os echabais unas miradas, tus ojos tenían brillo, y los de él no te cuento, me parece que ha Ferran si le gustas—volví a suspirar

—Pero...—no sabía que decir y me puse a llorar

—Pero no llores, hacer una cosa, estar unos días alejados hasta que tú o él tengáis las cosas claras, ha sido un polvo de una noche, pero también a sido el principio de algo o el final de algo—lo miré con una sonrisa

—Gracias—le di un beso en la mejilla

—Pedri y Laura se acostaron—miro hacia abajo

—Gavi, para Laura eres un amigo, es tres años mayor que tú estaba claro que pasaría nada, no te pongas triste, hay miles de mujeres—el asintió

—Tienes razón—le cogí la mano y los dos suspiremos a la vez

—La vida es tan dura—el rio

—Pues si—se tiro boca arriba mirando al techo

—¿Puedo dormir un rato?—pregunte mirándolo

—Si, deberías descansar—asentí y me tumbe cerrando los ojos

Al final los dos nos quedemos dormidos, escuchemos unos toquecitos en la puerta y me queje, Gavi se levantó para abrir y allí estaba Laura y Pedri.

—¿Que hacéis aquí?—pregunto Laura entró a la habitación y detrás Pedri

—Dormir—dije yo escondiendo mi cara en la almohada

—Ferran te está buscando—me dijo Pedri y abrí los ojos rápidamente

—¿Que?—pregunte

—Que te está buscando está fuera—asentí y me levanté saliendo fuera y viendo al chico con el que dormí ayer

—Hola—susurre

—¿Porqué te has ido?—pregunto cogiendo mi mano y llevándonos a otro lado

—Ferran, mira déjame unos días quiero pensarme mejor lo que ha pasado—él me miro a los ojos

—¿Que?—preguntó atónito

—Que quiero por lo menos cinco días para pensarlo bien ¿tú quieres algo con migo?—respondí

—No es que quería es que lo necesito...—miro al suelo

—Hazme caso, porfavor, cuando tenga las cosas claras te hablo, ahora tiempo—el asintió con tristeza y me fui a la habitación con lágrimas en los ojos

Ferran era buen amigo, pero ayer nos acostemos, como ha dicho Gavi esto puede ser el principio o el fin de algo.

Entre a la habitación aun con los chicos dentro y me tumbe en la cama de nuevo.

—Tendremos que hablar—me dijo Laura y asentí

No dije nada más cerré los ojos quedándome dormida de nuevo, no quería hablar con nadie, acababa de "perder" una amistad.

Ferran

Creo que cuando no vi a Sheila en mi cama con migo me sentí muy mal, me gustaba estaba claro, cada día la veía en las historias y me encantaba.

Cerré la puerta de mi habitación de hotel y me senté en la cama suspirando, tocaron la puerta y fui abrir.

—¿Que ha pasado?—pregunto Pedri

—Ayer nos acostemos, y hoy por la mañana no estaba, me ha dado tiempo, quiere aclararse bien—mi amigo se sentó a mi lado y acaricio mi espalda

—Solo piensa que si para ella es lo mejor tienes que apoyarla—asentí

—Creo que la quiero...—susurre

—Crees no, la quieres, tío en los entrenos cuando estábamos a Barcelona cada día mirabas sus historias

—Ya, dejando el tema atrás, ¿que paso anoche?

—Nada, me acosté con Laura—abrí los ojos como platos

—Anda, con la dupla los dos, por lo menos no te dejo tirado—este negó con una sonrisa

—No pero casi yo creo—negué con la cabeza sonriendo y lo abracé

—El amor lo que nos hace tío...

—Si—volvió a sonar la puerta y mire a mi amigo

Me levanté y fui abrir, ¿porque lo hice?