- "¡Mierda, Nishimura Riki! ¡¿No puedes hacer nada bien?!"
Asi empezaba la tarde, como siempre la madre de Niki tratándolo mal...Niki deseaba no haberse ido de la casa de Jake, ya que si no lo hubiera hecho ahora no estaría pasando esto...
- "¡¿Sabes lo feliz que estaba cuando no sabía que eras un maricón?! ¡¿No puedes cambiar de una puta vez?!"
Niki miró alrededor, sin querer toparse la intensa y despectiva mirada de su madre...
El chico subió corriendo a su cuarto, sin mirar atrás, como su madre diría, él era un cobarde.
"Desperdicio", "Asqueroso", " Mal nacido"...
Esas eran las palabras que sonaban en la cabeza de Niki, y que no parecían tener planes de parar.
El corazón de Niki latía fuertemente, ya que trataba de aguantar el llanto, era difícil, se estaba ahogando, pero para él eso era mejor, simplemente quería desaparecer, enorgullecer a su madre, hacerla feliz.
La cara de Niki se tornó de un intenso color rosa, que pronto se tornó a un intenso rojo.
No podía más.
Con el teléfono en la mano y un gran pesar en el corazón, con las manos temblorosas y el peso del mundo en los hombros.
Un peso que a la vez se sentía como un inmenso vacío en él.
Lo único que era capaz de sacarle una sonrisa no forzada era Jake...el amor de su vida...
Un penetrante y odioso pitido le taladraba el cráneo, un pitido que solo escuchaba él, es como si ese maldito ruido tomara control de él e hiciera que se moviera mil veces más despacio...
Sus ojeras nunca habían sido estado más marcadas, su cuerpo nunca se había visto tan débil, tan frágil...
Sus uñas estaban mordidas a ras de carne, un tono rojizo podía ser visto en ellas ya que había algo de sangre seca.
Niki se desplomó en la cama, sentía que a su cuerpo le faltaba el cálido abrazo de Jake...solo deseaba que llegara el día siguiente para verlo de nuevo...
¿Enserio un adolescente debía ser tratado de tal cruel manera?
———
A veces los padres se dejan llevar por el egoísmo, intentando forzar a sus hijos a cosas que no quieren, o a que les gusten cosas que simplemente no, como por ejemplo, algo tan simple como el gusto sexual.
Nos inculcan que todo fuera de lo "normal" está mal, que es incorrecto, cuando simplemente es algo natural, se nace siendo de la comunidad, no lo eliges.
El apoyo de un progenitor es una de las cosas más importantes para la buena crianza de un niño, para que ese pequeño ser, que apenas sabe lo que quiere ser en un futuro, sepa que no está solo.
Hay muchisimas personas que te quieren y se preocupan por tí.
Que se enorgullecen por cada cosa que haces, se alegran con cada sonrisa que das y se sienten mal cuando tú estás deprimido, porque eres su mundo entero...
No digo que haya que sentirse avergonzado por estár deprimido, por supuesto que no, en absoluto, un rato de reflexión está bien, pero...que te comas la cabeza no...
Ya se que la idea de pedir ayuda, da vergüenza, tira hacia atrás, hace que quieras ser tragado por la tierra, pero hay que hacerlo, porque tú vales muchisimo, y no se puede permitir que un día te quites la vida
Te queda mucho por vivir, y aunque sientas que no puedes más, no es cierto, tú puedes con todo, con ayuda y apoyo de un profesional...
Tu corazón es valioso, no hagas que deje de latir...
———
Niki cerró los ojos, y cuando los abrió, eran ya las ocho de la tarde, se había echado una siesta y ni cuenta se había dado
Sus ojos estaban hinchados y rojos, parece ser que había estado llorando mientras dormía
Su cabello estaba despeinado, la mitad de su cara tenía la marca de la almohada todavía en la cara, y algo de saliva seca se observaba en la comisura de sus gruesos labios
- "Horrible, como siempre..." —Niki murmuró en voz baja—
Se extrañó de que el sonido en su casa se había disipado, así que bajó a la sala, donde no encontró a nadie
Luego fue a la habitación de su hermana...nadie...igual en la de su madre...tampoco, vacía.
En la de invitados tampoco había nadie, y en el baño tampoco...fue a la cocina, donde se encontró una nota en la encimera
-"Riki, tú hermana y yo nos vamos a la casa de tu padrastro por unas semanas, buscate la vida."
Niki se mordió el labio inferior, como si no quisiera creer lo que estaba pasando.
Su familia se había ido sin él...
Ahora estaba solo durante lo que supuestamente serían unas semanas, pero, conociendo a su madre, quien sabe...
La respuesta en su mente no tardó en aparecer...
Jake.
Jake.
Jake.
La verdad es que Niki estaba extremadamente dolido y sintiéndose completamente abandonado por su familia, pero la idea de estar con Jake...eso era lo mejor del mundo...le alegraba, lo llenaba, le hacía sentir seguro...
Rápidamente, le escribe un mensaje de texto a su amado Jake al cual este contesta unos minutos después
Niki: "Jake, ¿podrías venir a mi casa un momento...?
Jake: "¿Qué? ¿Pasa algo?"
Niki: "Ehm...sí, mi familia se ha ido y me ha dejado solo..."
Jake: "Voy enseguida, cariño"
Niki esperó pacientemente hasta que Jake llegó
El más bajo tocó la puerta principal y un alto japonés la abrió con una pequeña sonrisa
- Hola, Niki...Veo que tienes que contarme cosas...
A lo que este asintió
- Así es...pasa, por favor... —Niki se hizo a un lado para permitir el paso de Jaeyun—
-Gracias, lindo...pero...¿qué ha pasado...? —entró a la casa y se dirigió con Niki hasta la hermosa sala—
- Mi hermana y mi madre se han ido por unas semanas con mi padrastro...ehm...si...
-Por unas...semanas...¿¡Semanas!? —Jake se sentía horrorizado—
- Te quería preguntar si...te querrías quedarte conmigo hasta que mi familia volviera...
El rostro de Jake se tornó de un suave rojo, mirando al suelo cabizbajo
- Niki...yo...no creo poder...tengo que pedirle permiso a mis padres y... —las palabras de Jake fueron interrumpidas por un suave beso de Niki—
- Tus padres seguro que aceptarán, Jake...tus padres son maravillosos, y tienes suerte de tenerlos a ellos...
- Amor...—su voz era débil debido a la timidez. Jake suspiró— E-está bien...
Niki empezó a brincar de alegría, ahora se sentía más vivo que nunca.
Jake rió un poco y se acercó a Niki, fundiendose con él en un profundo beso que duró unos segundos, pero que se sintió como una eternidad, la mejor eternidad del mundo.
Sus dulces alientos mezclándose, sus lenguas entrelazadas, sus salivas de boca en boca, sus manos en el cuerpo del otro...todo perfecto...
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El teléfono de la esperanza (Jakeki)
De TodoUn tierno chico llamado Riki, al cual la vida no le ha tratado para nada bien. Un hermoso hermoso chico llamado Jake, el cual hace voluntariado al otro lado del teléfono de la esperanza. "Pero, tú cómo te sientes?" "No me siento yo"