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Niki y Jake se habían hecho muy cercanos, hasta el punto de hablarse todos los días.

Jake era el rayito de sol y el llamado de esperanza en la vida de Niki.

Un simple "hola :)" unos "buenos días <3", esas pequeñas cosas eran las que ayudaban al pequeño Nishimura a salir adelante.

Shim hacía que al menor se le revolucionara algo por dentro, unas mariposas que reposaban dentro de él y que emprendían vuelo con cada mensaje.

Llevaban ya dos meses de algo que se le podía considerar una buena amistad, algo que lentamente, y sin darse cuenta, estaba convirtiéndose en otra cosa por parte del joven japonés.

Al pensar en Sim, solo se le venían a la cabeza cientos de adjetivos bonitos y miles de poemas cursis.

Ya sabían cómo eran físicamente, ya que se habían hecho videollamadas, de hecho, cuando se vieron mutuamente por primera vez, Nishimura solo pensó "¿A qué sabrán esos labios color algodón de azúcar?".

Se estaba enamorando lentamente, intensamente y perdidamente de aquel australiano que lo sacó de la más profunda depresión...


AVISO QUE ESTO SE PONDRÁ CURSI EL PRÓXIMO CAPÍTULO !!! 😞

Adeu, vos vuig una muntonà <3
Graçies per llegir ♡

El teléfono de la esperanza (Jakeki) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora