Capítulo 3: Una pequeña ayuda (Petición)

59 4 2
                                    

- De acuerdo, ¿Estamos todos presentes?

- Si Lemillion. He reunido a todos aquí como me pediste.

Eri saltó de emoción tras haber cumplido su pequeña misión de reunir a todas las personas que Mirio le había pedido horas atrás. Para esa hora, ella debería estar durmiendo, pero la curiosidad de saber que era lo que iban a hacer le ganó a la niña, por lo que Mirio le dijo que podría asistir y haría una excepción para que Aizawa no se diera cuenta, pero ella tenía que mantener la reunión en secreto. La pequeña niña aceptó, y con ella siendo el último miembro que faltaba a la reunión, era hora de empezar con el tema de fondo.

Ahí reunidos en uno de los dormitorios vacíos, estaban los héroes de la operación contra el Shie Hassaikai sentados en un círculo. Uraraka y Kirishima sentados por un lado, Midoriya y Tsuyu por otro, Mirio con Tamaki en un tercer lado, y Eri cerraba el circulo.

- Bueno, parece que todos estamos aquí. En serio chicos, me alegra saber que todos hayan podido venir. -Mirio lucía con emoción tras ver a todos presentes.

- Es un gusto que nos hayas invitado Mirio. Pero sabes, pensé que esto sería en la cafetería o en una de nuestras agencias. Me parece curioso que estemos en uno de los dormitorios que nadie usa. -Tsuyu respondió.

- Exacto. Además, no es normal que nos llames a un lugar así a altas horas de la noche. Mayormente dices que para que uno pueda sonreír, se debe tener un buen sueño primero. -Kirishima también estaba confundido sobre el fin de la reunión.

Eri les había dicho a todos que vinieran al dormitorio vacío, pero nunca les había dicho la razón. Ella solo dijo que Mirio necesitaba decirles algo, y aunque por un momento todos sentían que era una hora no tan accesible para ellos, sabían que si Mirio los llamaba, era para algo importante en general.

- Bueno, ¿Para qué es esta reunión? -preguntó Uraraka.

- Tamaki. -Mirio desvió su mirada a su amigo que se había sonrojado totalmente. - Es la hora.

Las miradas de todos se fijaron en Tamaki. Parecía que en verdad el que había querido hacer la reunión era el chico de cabello añil, pero debió tener algo de ayuda de Mirio y de Eri para poder llamar a todos a ese lugar cerrado y secreto.

Esperaban que Tamaki dijera la primera palabra, pero el chico estaba nervioso que ni siquiera podía abrir la boca. Y cuando pudo, solo hizo una pregunta rápida mientras se cubría el rostro.

- ¿Cómo puedo decir esto?

- Vamos Amajiki, no debes sentirte asustado. -Mirio golpeo su espalda ligeramente. - Solo piensa bien las palabras, respira un poco, y verás que todos estarán dispuestos a responder lo que quieres decir. 

- Oh ¿Es algo sobre tu quirk? -Midoriya preguntó.

- ¿Es algo sobre una misión? ¿Algo sobre dinero? -Uraraka dijo.

- No es eso. -Tamaki hizo un suspiro profundo, antes de mencionar lo que tenía en su mente. - Qui... quisiera algo de ayuda... pedirles algo... algunos consejos... de amor.

Todos terminaron sorprendidos con las últimas palabras de Tamaki.

- ¡¿Qué?! -gritaron todos los invitados en unísono.

- Shhh. -Mirio rápidamente hizo una señal que no hablaran tan fuerte. - No querrán que Aizawa los encuentre despiertos.

La reacción de sorpresa de todos había hecho olvidar que estaban en una hora donde no podían ser vistos despiertos por los profesores. Una vez oyeron las palabras de Mirio, todos se silenciaron lo más rápido posible. Apagaron sus linternas que eran su única fuente de iluminación, esperando que nadie hubiera oído el grito que habían hecho todos.

La Antología Nejitama 2 - Semana Tamajire 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora