O N C E

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No pensé más y me subí al auto con él, iba en silencio mientras veía el paisaje.
Su auto recorría a toda prisa, por la ruta que escogió sabía a donde me estaba llevando y quería ponerme a llorar...

Luego de dos horas de viaje al fin llegamos, el Arcangel seguía igual de precioso que antes. Muchos recuerdos llegaron a mi mente de golpe y comencé a temblar medio desesperado...

— Ven. — abrió la puerta del auto para dejarme bajar, me acerqué lo suficiente para que el aire choque con mi rostro.

Tom sabía darme en donde más me dolía...

Se me escaparon un par de lagrimas por el sentimiento, no dejaría de pensar nunca en que esta fue la mejor parte de nuestra relación.

— Billie... — me abrazó por detrás haciendome llorar más.

— Cada noche me preguntaba el por qué, Tom, nunca fui un mal esposo, te entregué todo de mí y tú me pagaste así...

— No, por favor. — volteé para verlo, sus ojos igual estaban rojos por las lagrimas que caían.

No más...

— ¿Y la cena? — traté de cambiar de tema al mismo tiempo que me alejaba de él. Tom señaló una carpa que no me di cuenta que estaba armada, me quité los zapatos antes de meterme en ella y sentarme en ladito. Tenía el espacio suficiente para los dos.

Entró con una canastita y una botella de vino. Acomodó bien las cosas en el medio de los dos, miraba con atención ponerse a preparar los platos con los ingredientes calientitos.

— Le pedí a Ana una de sus recetas favoritas para cocinarlo yo, me gustaría que pruebes. — levanté las cejas mientras mordía mi labio para ocultar una sonrisa.

Cogí el cubierto que me daba y probé el corte de carne, estaba delicioso, tenía como un medio juguito con la grasa y la salsa de soya, seguí comiendo mientras él me miraba sonriente.

— Rico, sabe bien... es... dios, no tengo palabras para describir lo bien que sabe.

— Me esforcé. — seguí comiendo en silencio, tomé otro pedacito de carne para comer.

— Quiero ofrecerte ser nuevamente el modelo para la botella de vino, Bill, como lleva tu nombre y a todos les encantó, te lo pido de por favor... cobrame si quieres, lo que desees.

— Tengo muchos contratos que leer y firmar, cuando me mandes uno formalmente aceptaré.

— Dalo por echo, el lunes a primera hora te está llegando. — carcajeé divertido. Agarré la botella de vino y la abrí con el saca corchos, serví en las dos copas una cantidad considerable.

Le di una a Tom y la otra tomé yo.

— ¿Has estado saliendo con alguien más, Billie?

— Sí. — tomé otro poco y dejé de lado mientras miraba por la pequeña abertura al cielo. — No te creas tan importante, eh.

— Para nada. — sonrió de manera ladina. — En tu vida me llevo un puesto importante que pienso recuperar...

— Eres el papá de mis hijos, eso nadie te lo va a quitar pero como esposo vales mierda.

— Uy, ¿así de directo?

— Así de directo. — rió mientras terminaba su copa de vino. Guardó todas las cosas en la canastita y salió a dejarlas al auto, sacó una cobija gruesa para poder acobijarnos y cerró la abertura de la carpa.

Me puse nervioso.

— No haremos nada que tu no quieras. — ¿acaso se notó que me puse nervioso? — Tranquilo, quería tener un momento a solas entre los dos, es todo.

Agh.

Yo si quiero tener sexo...

Me subí sobre su cuerpo, me quité la chaqueta y me agaché para besarlo. Sentí sus manos recorrer en la piel de mi espalda.

— Dijiste que querías hacerme un bebé, Tom.

— ¿Quieres que te lo haga? — aprobé sintiendo mi rostro arder. Los ojos de Tom volvieron a ponerse oscuros, lujuriosos, deseosos...

Gemí en su boca con ganas, tenía una erección fastidiosa que rogaba por salir de mis pantalones pero tenía que aguantar un poco más...

Continuamos entre besos y caricias suaves hasta despojarnos enteramente de la ropa, quedando en boxers. Restregaba mi intimidad de la suya arrancandole gemidos roncos.

Seguí por quitarme lo boxers y quitarle a él también, la punta de ambos miembros estaban mojadas tal vez hasta sensibles...

— Voy a lubricarte, lindo.

— No. — le susurré besandole en el cuello. — Está bien... quiero sentirte... sentirlo... no hace falta lubricación.

— ¿Seguro?

— Ujum. — respondí con timidez. Atrapó mis labios con los suyos, guió su pene a mi entrada, hacía circulitos para mojar un poco y luego lo metió de golpe. Me llenó enteramente, un grito ahogado se desprendió de mi garganta y más líquido pre seminal caía de mi pene sobre su pecho.

— Te tengo, ¿está bien? — asentí con la cabeza, sumergido en el placer de solo tenerlo en mi interior.

Siempre me tuvo y me tendrá si se lo propone...

Comenzó a mover sus caderas lento y profundo, mi respiración no era normal. Pequeños gemidos que trataba de evitar que salgan me ponían loco.

— ¡Mhmm! más rápido. — pedí con los ojos cerrados, soltó un gruñido y obedeció. Bajé la mano derecha para estimular mi erección con fuerza. El choque de nuestra piel me ponía demasiado caliente.

— ¿Soy tuyo, Billie? — negué con la cabeza. Un azote en la nalga me hizo verlo con mala cara.

— Dejaste de ser mío hace tiempo, ¡ah! — otro azote y me hacía temblar de puro gusto. — ¡Tom, mhmm!

— Vamos, di que soy tuyo... — nuestros ojos conectaron, recordé esa mirada llena de amor y que solo me veían a mi como lo único entre todas.

Me agaché para susurrarle en el oído: — Eres mío, Tom.

De manera brusca volteamos para quedar encima de mí, colocó mis piernas en sus hombros y siguió moviendose. Volví de nuevo con mi pene, estaba muy duro y segregando semen de a poco.

— Y tú eres mío, Billie...

— Ohh, dios... — mordí la lengua a propósito, sentía los espasmos apoderarse de mi cuerpo. Estaba a punto de llegar. Tom bajó mis piernas, levantó mis manos y las retuvo sobre mi cabeza, me pene estaba aprisionado con su cuerpo.

Forcejeaba porque ahora era la oportunidad de rasguñarle la espalda...

— Tom, joder... sí.

— Correte conmigo, bebé. — liberó mis manos, cerré ojos concentrandome.

— Mierda, Bill. — le aruñé la espalda tan fuerte al mismo tiempo que me corría y sentía como me llenaba por dentro. Salió de mi interior para acostarse a mi lado, posé mi cabeza en su antebrazo y cerré los ojos.

~Te amo.~

𝑰𝒕'𝒔 𝑩𝒊𝒍𝒍𝒊𝒆 𝑭𝒖𝒄𝒌𝒊𝒏𝒈 𝑩𝒊𝒕𝒄𝒉 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora