Queen of hearts. [The weeknd +18]

6. MIRAAAVELLL

Mirabel. Te necesito tanto.
¿Es acaso egoísta anhelar la prisión de tus brazos siendo que solo una es libre después de todo? Libre es una palabra que viene con doble fondo, porque no es así como me siento, porque no soy capaz de librarme del recuerdo. Mi dulce mirabel.
Mi mayor seguidora. Mi única amiga. Mi candente criminal encubierta, mi heroína todos los días. Una mirada sería suficiente para que tirara estas botellas vacías.

Arrastrará los pies por el suelo y me disfrazara de una mujer fuerte y valiente, solo para encontrarme contigo. No debí dejarte atrás. No cuando confesaste todas esas palabras. Si el móvil de tapa te sigue funcionando, y en la penumbra de tu celda lees estas palabras. Te amo. Tenías razón, ese sexto sentido delincuente no solo se enciende ante la presencia de un perro policía, sino también ante la de un amor tóxico.

Tu me dijiste aquella vez que yo era mucho más para tener que dividirme entre tres. Ni Carla ni Carlos saben quién soy realmente, nunca lo hicieron. Son para mi ahora, lo que para ti dos pastores alemanes, muertos mejor. Por algo me llamabas gatita, porque sabías que nunca te traicionaría.

Ahora solo puedo ahogarme en el resto de sus mentiras. Y pensar no hace más que traerme la culpa. Porque todo me lleva de vuelta a ti.

Siempre fuiste tú. No ves que Carla y Carlos son dos caras de una moneda dominicana, que por mucho que se gire no valdrá nunca como un buen billete español. Mirabel, tú eras mi billete a la felicidad.

El whisky amarga las palabras pero no hace suficiente para que salgas de mi mente. Cuento los días que te quedan en ese agujero, y me cuestiono a la vez si mi libertad no estaba ahí contigo. Me siento recluida y atrapada mirabel, ¡que paradoja!

Recuerdi nuestros inicios con vergonzoneria juvenil, como un ssssuspiro tonto de doss capullosss que apenas flore-recen h se dan la mano por primera vez. Recuerdo como me explicassste el tatuaje de la lágrima que tienes en la mejilla, y que solo fue el primero de muchos que tenías en laa espalda, yo sonreí jeje y no podía hacer más que soltar risitas con tus explicaciones jejeje.

Recuerdo cuando nos acurrucábamos uy en los banquillos del gimnasio oxidado del patio electrificado a reírnos de los novatas que cacheaban en pelotass. Ahora lo echo tanto de menos...fiu.

Ahí éramos felices. Y estábamos en paz, nadie podía separarrnos... Hasta que un día, y sin darme cuenta recibí la noticia de que había cumplido con mi condena.

Mi condena fuiste tú. Desde el primer día. Perpetua.

Se llevaron mi cepillo de dientess AAAAAAA y mi porción de papel higiénico extra de tu habitación y la dejaron desértica.  Se llevaron mi esencia.

Pero hay algo que no pudieron sacar de esa habitación, y fue, un pedazo de mi corazón.

Mirabel a lo largo de estassss palabrass el vodka y el whisky se han aliado como tú y yo entonces.

JAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJA.

Creo que te voy a sacar de ahí.