✨Epílogo✨

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¿Qué les faltó?

¿Lo hicieron bien?

¿Era está su paz?

Sonrió melancólico. No había mucho que podía pedir. La vida y los dioses habían sido tan buenos con el que no podía estar más que satisfecho.

La tribu a la que había llegado había pasado de ser una de las más peligrosa de la región a una de las tribus bautizadas como "burguesas". Build estaba tan contento que aquel vistazo que le daban a la que ahora se había convertido en su casa que esa misma noche lloró al ver todo lo que se había logrado en un lugar donde parecía que todo se destruía y cambiaba.

Tenía en sus brazos a uno de los seres más hermosos que jamás creyó tener.

Un bebé de cabello rizado igual que su padre y ojos azules, una nariz de botón y piel morena como su padre. Lo habían nombrado Phayu por consejo de los chamanes de la tribu. Bible se negó al inicio, pero no se opuso al saber que a Build le había gustado aquel nombre.

Era un niño alfa.

- ¡Phayu! - llamo Build atrapando entre sus brazos el pequeño cuerpecito del niño que corría entre su cabaña.

- ¡No! ¡Ma! - gritó el pequeño rizado, riendo y gritoneando mientras intentaba seguir corriendo - ¡Pa! - llamó a su padre.

El líder de la tribu que los veía sentado en el suelo entre almohadas mientras comía del desayuno que el había preparado para su omega.

- Papá no puede ayudarte - dijo Build a su hijo mientras le hacía cosquillas. - ¡Bhuuu! - dijo besando la mejilla del pequeño. Vestía un pequeño vestido blanco que Bible le había comprado en el mercado.

POV. BIBLE.

Me negué a creer que podía caer de esta manera por un omega que ni siquiera me respetaba, pero al final no había nada que negar, solo aceptar los hechos. Y el hecho de tener a ese omega me hacía sentir tan vivo como jamás creí sentirme algún día.

Crecí rodeado de todo lo que me formó. Vi como mi padre condenó a mi madre a muerte solo por mirarlo a los ojos, vi como ella sufrió en medio de la tribu mientras la apedreaban. Sentí los latigazos de mi padre sobre mi espalda solo por no ser tan fuerte como él hubiera querido. Fui abandonado en medio del bosque por tres dias como una prueba para ser merecedor de mi puesto en la tribu y claro que lo era. Pero solo era un niño, aunque no lo suficiente niño como para no envenenar a mi padre. Ese hombre que lo último que podía ser, era padre.

Vi como asesinaron a mis hermanas y hermanos bastardos solo para que el poder de la tribu solo me perteneciera a mi, aún cuando yo jamás di orden a ello.

Derrame lágrimas en vano por seres a los que jamás se me permitieron amar.

Dirigí una tribu como se me ordenó hacerlo, pero el tiempo cambió y mi naturaleza se apoderó de lo que quería. Me faltaba tanto y me había quedado con tan poco y nada de lo que creía era mío, era realmente mío.

Hasta que lo vi.

Ese sentimiento que mi alfa jamás había experimentado, se volvió constante cada que iba al palacio de Verme y me escabullía entre sus muros para acosar a cierto omega que parecía coquetear hasta al jarrón de agua solo con su mirada, nunca en aquel lapso pude oír su voz, pero no me hacía falta.
Tenía suficiente con tenerlo frente mío.

FIERCE Adaptación BBBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora