El día se tornaba oscuro a pesar de la celebración que se llevaba acabo en el paddock del autódromo José Carlos Pace, una gran tormenta había estado cubriendo el bello cielo de Sao Paulo, sin embargo, el ambiente había estado lleno de felicidad y gritos de parte de la afición que se encontraban mirando la carrera, esa increíble pelea que se vivió entre el piloto mexicano y el veterano piloto español en la última recta había tenido a más de uno fuera de su asiento con los nervios y la adrenalina corriendo por la sangre, hacía bastante que no se veían esas batallas por un posición tan emocionante, durante las entrevistas Checo Pérez había pasado a saludar y juguetear un poco con Fernando Alonso demostrando a todos que eran pilotos increíbles, que sabían reconocer las habilidades del otro y sin importar quien había ganado la posición ellos eran maduros y se llevaban muy bien fuera de la pista.
Nadie esperaba que toda esa felicidad se viera opacada por un horrible suceso, los equipos, los ingenieros, los técnicos, asesores, expertos e incluso los pilotos ahora eran sospechosos de cometer un acto terrible, toda la gente se había ido a excepción de los antes mencionados, los representantes de la FIA que se encontraban en el lugar decidieron que lo mejor sería llevar un investigación interna antes de avisar a las autoridades de Brasil, solo tendrían veinticuatro horas para averiguar que había pasado, los fanáticos empezarían a preguntar porqué se había confinado el sitio y peor aún porqué nadie tampoco había visto a ningún piloto salir, los conductores fueron recluidos en una sala privada dónde se les darían más detalles cuando fuera el momento, aunque las respuestas a medias de los guardias del circuito no ayudaban a calmar los nervios de todos los involucrados, todos empezaban a preguntarse: "¿Qué habría pasado?".
