La carrera por fin había concluido, las personas se habían retirado y los medios de comunicación también, varios autos habían salido para despistar a los que aún esperaban por ver a los pilotos para obtener una firma o una foto, nadie sabía que en realidad se encontraban todos adentro del recinto, hacía unos minutos los pilotos habían sido informados de que serían trasladados a un salón donde deberían esperar hasta que alguien fuera a decirles algo sobre la situación, poco a poco la sala de reuniones designada para albergar a los hombres se fue llenando, por fin diecinueve pilotos se encontraban a la espera de alguna aclaración del porque estaban ahí y no los habían dejado irse a sus respectivos hoteles para empacar para la siguiente carrera que sería en Las Vegas.
—Bueno alguien sabe ¿Qué hacemos aquí?— preguntó George en tono de fastidio rompiendo el silencio que hasta el momento reinaba la habitación.
—No tengo ni idea pero dijeron que debemos esperar a estar todos— contestó Alex simple.
—Sí bueno, yo me quiero ir ya al hotel — dijo un Lando cansado.
Nadie dijo otra palabra hasta que tres representantes de la FIA, con sus perfectas playeras polo con el logo de su organización, entraron a la sala.
—¿Ya nos van a decir qué esta pasando?— cuestionó Charles.
—Tomen asiento, por favor, lo que estamos a punto de decirles no es fácil — dijo uno de ellos serio.
—Esperen, no estamos todos, falta Fernando— alegó Carlos.
Todos inspeccionaron la sala para confirmar que en efecto faltaba el español, piloto de Aston Martin.
—De hecho es sobre él, por lo que estamos aquí — respondió otro de los hombres.
—¿Dónde está?— indagó Lance.
—Eres su compañero, ¿no deberías saberlo?— interrogó Pierre.
—Hace horas que no lo veo— informó Stroll.
—Además, ¿a poco tú estás al pendiente de todo lo que hace tu compañero?— señaló Yuki.
—No, es verdad — soltó el francés.
—¿Cuándo fué la última vez que lo viste, Lance?— preguntó un representante.
—No lo sé, ¿Por qué?, ¿Qué sucede?— gruñó ya harto de que no le dijeran nada concreto.
—Me temo que debemos informarles que hace, aproximadamente, tres horas encontramos el cadáver del señor Fernando Alonso en su Motorhome con indicios de lucha, aún no hemos confirmado la causa del deceso, pero tenemos motivos para sospechar de un asesinato — declaró, soltando la bomba sobre los hombres.
La habitación se llenó de jadeos ante la sorpresiva noticia, todos se encontraban conmocionados, Carlos estaba en shock, Charles trató de consolarlo pero este no respondió, Checo se encontraba igual o peor, Max lo abrazó y el mexicano se soltó a llorar sobre su hombro, Lance se paró de su silla agresivamente y en un pestañeo se desplomó en el suelo, Esteban corrió para auxiliarlo, un par de segundos después despertó y soltó un grito desgarrador que hizo eco en toda la sala, los otros pilotos no podían procesar aún la situación.
—Sabemos que no es el momento adecuado para decirles, pero es claro que todos los presentes son sospechosos del crimen — anunció el directivo de la FIA.
