III ★El sueño de Bill

35 3 0
                                    

Tomé aire con fuerza antes de darle una gran bofetada para hacerlo despertar. 'Jodete', esas palabras estuvieron rondando en mi cabeza el resto del día, si el idiota se atrevía a volverse a dormir yo haría todo lo posible para esconderme y no verlo. No lo niego, soy bastante sensible y me sentí ofendido, pero pronto lo perdonaría, Tom era casi como mi todo, no tengo otro recuerdo en mi vida más que el de él, de hecho, no tengo ni idea de por qué de la nada aparece en mi vida.

Puedo dedir que su vida es extremadamente diferente a la mía, por lo que me cuenta Tom, hay varias cosas que no entiendo, con el tiempo deducí que tal vez su mundo no era el mismo que el mío.

Todo aquí es calmado y solitario, por supuesto que hay un par de personas, hay animalitos y muchos, muchos árboles. Cada quien tiene una casa propia masomenos pequeña pero bastante calientita en el invierno, a excepción de que todos vivimos solos, no es como en el mundo de Tom que me cuenta como dos personas se vuelven pareja, se casan y viven juntas para formar una familia, no, aquí no es así, todos nos hablamos de vez en cuando y hacemos amigos, pero por alguna extraña razón no pasamos a nada más, casi como si nuestro cerebro ya estuviera programado para ello. Casi como si automáticamente negaramos lo que es natural, como programados simplemente para un propósito, pero sin que sepamos cuál.

El tiempo transcurre con lentitud, no es que sea tan aburrido, de hecho es una tranquilidad muy... ¿Linda? No sé como expresarme, el punto es que Tom es alguien muy especial, cosa que no debería de sentir por él, más aún a sabiendas de que no es alguien de mi mismo mundo, y eso considerando que mi teoría fuera cierta. De lo contrario... Quizás y yo sea el loco de la historia que vea fantasmas.

Me recosté en mi cama, sin saber exactamente que hacer, solo me propuse a dormir, pensándolo bien, nunca había tenido un sueño. Tom dice que los sueños se dan cuando vas a dormir y al despertar recuerdas una pequeña historia fantaseosa en la cabeza, entonces... ¿Yo era el sueño de Tom?, ¿Estaba muerto? Esas preguntas dieron rondines por mi cabeza durante todo ese rato, hasta finalmente caer en un sueño, uno vacío, pues cuando dormía todo era oscuridad, y ya, como si nunca hubiese nada más...









-Hey, Bill, despierta, Bill, por favor, despierta- Aquella dulce voz me susurró al oído, intenté abrir mis ojos, pero no podía.

Una mano fría y grande manoseaba mi cara, no era incómodo, se sentía muy bien, pero la desesperación de no poder reaccionar ya me estaba hartando.

Mis dedos se congelaban, y mis pies también, los ojos me titiriteaban y la sangre recorría todo mi rostro, concentrándose de forma ridícula en donde menos quería, mis mejillas.

-Mmm, mmhh...- Logré jadear suavemente, al menos si me estaban enterrando podría haber dado una señal de vida.

-Bill, idiota, ya despierta-

Sus palabras me resumbaban en los oídos, esto si que me molestaba, el bastardo se había atrevido a mandarme a joder mi madre, y ahora me toqueteaba hasta en mi oreja. De solo la rabia que me daban sus manos y su maldita voz tan sexy abrí los ojos con molestia y pereza.

-¡Maldito Tom hijo de perra! No cuesta tanto dejarme dor...- Reaccioné demasiado tarde para darme cuenta de que ya no estaba en mi habitación. Esa no era mi cómoda y calientita cama en la que me había acostado a dormir.

-Shh, Shh... Shh...- Se puso encima de mi y me tapó la boca con una sola mano.

Me retorcia abajo de su musculatura con ojos de pánico y pavor. Para contrarrestarme, tomó mis dos muñecas y cargó todo el peso de sus rodillas, sentándose sobre de las mías.

-¡Sueltame!- Le grité con todas o mis pocas fuerzas aprovechando que había quitado su mano de mi boca.

Me intenté librar de su agarre pero me fue imposible, no esperaba que fuera tan pesado hasta que recargó todo su cuerpo sobre el mío, casi hasta dejarme sin aire en los pulmones.

-Un Bill calladito se ve más bonito...- Lo odio, lo odio. ¡¿Por qué esa frase que tanto odiaba se oía tan seductora en su boca?!

Lo miré con ojos de resentimiento, quería llorar y patalear a como diera lugar, pero no, sabía bien que no lo haría, sabía que aunque este loco quizás me tuviera secuestrado, no haría el más mínimo intento para escapar de esos fuertes brazos que me cortaban la respiración...













Lo miré con ojos de resentimiento, quería llorar y patalear a como diera lugar, pero no, sabía bien que no lo haría, sabía que aunque este loco quizás me tuviera secuestrado, no haría el más mínimo intento para escapar de esos fuertes brazos que m...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Imagen de Pinterest, créditos a la/el autor/a. Imaginen que algo así era la escena jsjaja)

Lamento no haber podido actualizar. Espero disfruten del capítulo, el capítulo 4 estará disponible el viernes :)

My little Fairy  | TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora