Me levanté como de costumbre para arreglarme e ir a la escuela, solo me puse una gorra para cubrir las rastas que se habían alborotado justo en la coronilla de la cabeza junto a varios suéteres abajo de mi uniforme por el frío que hacía afuera de mi cama. Caminaba afuera de mi casa con desánimo, recordando aquel sueño, el mismo con el que me despertaba dulcemente desde que tengo memoria. En el sueño, hay un chico que parece ser de mi edad, quizás unos 15 o 16 años, y según alcanzo a visualizar, cada que él está ahí siempre pasa una cosa diferente, tal como si empezara un nuevo día, no se trata del mismo sueño, pero si de la misma persona, justo eso es lo que me provoca una sensación de vacío en cuanto me despierto...
Con el paso del tiempo se hacía más y más presente, prácticamente él creció conmigo, recuerdo bien la primera vez que lo soñé, su estilo de vestir y de cabello iba cambiando gradualmente con el pasar de los años hasta convertirse en un joven con pelo largo y negro, siempre se lo planchaba y ahora se pintaba alrededor de los ojos con sombra negra, era extraño, pero me hacía sentir mucha paz.
Tuve un día sin muchas novedades, siempre era lo mismo, levantarme, ir a la escuela a que me pusieran uno o dos reportes y volver a mi casa para estar en mi habitación el resto del día, de vez en cuando salía a comer, o al baño, pero solo eso. Mis audífonos reproducían mis canciones favoritas, eso era lo único que me distraia de mi tan jodida realidad, hasta que me quedé dormido con ellos, una pesadez increíble recibió mis párpados hasta volver a caer en un profundo sueño en una tarde calurosa de mayo...
Desperté en un sueño lúcido, era ya común para mi hacerme consciente de mi propio sueño y recordarlo a la perfección. Incluso, saber que aquel chico estaría conmigo acompañandome en mi descanso.
-¿Qué haces? ¿Por qué te duermes tan temprano?- Preguntó el chico pelinegro acriciando mi sien suavemente.
-¿No puedo?-
-Claro que puedes, si no pudieras, no estarías aquí-
-¿Quién eres?-
-Bill-
-Eso ya lo sé, pero no sé que clase de demonio eres para entrar en todos mis sueños-
-No soy un demonio, puaj, eso nisiquiera existe-
-Como sea, veo que seguido cambias de estilo he- Tomé un mechón de su cabello que ahora además de estar planchado y un poco frágil también tenía unas mechas rubias.
-Solo me gusta arreglar mi pelo- Me sonrío y comenzó a trazar un camino desde su cuero cabelludo hasta la punta de su pelo tranquilamente con una de sus manos.
-A este paso te quedarás calvo muy pronto-
-Pero aún no lo hago, además, también me pinte las uñas- Sonrió orgullosamente para extender su mano hacia mí y presumir sus uñas pintadas de negro con una raya blanca en la punta.
-Ya veo-
-¿Qué? ¿No te gustan?-
-Nunca dije que no me gustarán-
-Ush, mejor despierta. Se te hace tarde para la obra-
-¿Qué obra?-
-Tonto, la de la escuela, donde tenías que estar detrás del telón para ayudar a cambiar el escenario-
-Mierda...-
-¡Ya, levantate!-
-No quiero, mi vida es una maldita porquería- Antes de poder seguir mi argumento sentí como una gran mano fría me abofeteo en la cara y mis ojos se cerraron automáticamente para luego despertar en el basurero que había en mi habitación.
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Está por demás decir que este capítulo es bastante corto, pero igual lo escribo con mucho cariño, disfruta la lectura!!
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My little Fairy | TOLL
Fiksi Penggemar★Se dice que el universo siempre une a aquellas almas gemelas, a esas que están destinadas a ayudarse mutuamente, a brillar juntas para unirse y crear el más hermoso resplandor. Pero... ¿Qué pasaría si de pronto algo se interpone entre dos almas?