One-shots Crepúsculo.

Edward Cullen

𖤐⭒๋࣭ ⭑ YOU'RE MINE 𖤐⭒๋࣭ ⭑

- ¡Cullen! - grité cuando lo vi por los pasillos de la mansión.

Había sido convidada por Alice a la propiedad de los Cullen para pasar el rato, y que conociera más su vida como chupasangre. Todavía recuerdo la noche en la que me enteré de sus dones.

La noche era oscura y silenciosa, y yo caminaba sola por las calles vacías. De repente, sentí una presencia detrás de mí, como si alguien me estuviera siguiendo. Me di la vuelta, pero no vi a nadie. Sin embargo, algo me decía que no estaba sola.

De repente, apareció ella. Alice, mi confidente, mi hermana de sangre. Pero algo era diferente en ella. Sus ojos dorados brillaban con una luz extraña, y sus colmillos eran más largos de lo normal. Me miró con una sonrisa malvada, y supe que algo estaba mal.

- ¿Qué pasa? - le pregunté, tratando de ocultar mi miedo.

- ¿No lo sabes? - dijo ella con una risa siniestra. - Pensé que al ser amiga de Edward lo sabrías. - tomó una pausa - Isabella, somos vampiros - me limité a reír, ¿Qué clase de locura me estaba contando? - Soy un vampiro.

Eso sonó mucho más serio.

- ¿Alice? No es divertido - dije tratando de reír, ¿en serio?

No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Cómo podía ser mi amiga una criatura de la noche? Pero entonces recordé todas las veces que había desaparecido misteriosamente, todas las veces que había evitado la luz del sol. Todo tenía sentido ahora.

Me quedé allí, paralizada por el miedo y la incredulidad. Pero ella me tomó de la mano y me llevó a su mundo, un mundo de oscuridad y sangre, un mundo que nunca había imaginado.

Haciéndome tapar todos sus problemas de vampiros, y ayudándolos a recolectar sangre de animales. Me había vuelto casi parte de ellos.

Me tomó mucho tomarlo en serio, hasta hace unas semanas pensé que todo era una mentira, pero parece que no.

Salí de mis recuerdos, y lo ví a él, a Edward.

Su cabeza se giró en mi dirección para mirarme por encima del hombro, pude distinguir una pequeña mueca en sus labios a la distancia.

Sin decir palabra, Edward siguió caminando sin esperarme. Normalmente lo dejaría pasar y hablaría más tarde con él, pero realmente necesitaba hablar sobre el proyecto que había dejado el Profesor de Ciencias en parejas.

Soltando un suspiro, comencé a seguirle por los pasillos con sigilo. Los pasillos alborotados por los integrantes de la familia Cullen desaparecieron sin que me diese cuenta, siendo reemplazados por pasillos completamente vacíos y silenciosos, ni siquiera había cuadros en las paredes, y los focos iluminaban mucho menos que en los corredores principales.