𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟾

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Estuvo caminando un rato hasta que llego a un parque, el camino de sangré lo llevo a una persona recostada en un árbol que cubría su cabeza con su capa.

Instantáneamente, al reconocer a la persona bajo el árbol, sintió como todo dentro de él se revolvía, no quería averiguar de quien era esa sangre, aunque la respuesta fuera clara. Esperaba, y le imploraba a Dios, que la sangre perteneciera a una victima y no a la persona detrás de la capa.

- ¿Nikolái?- la voz de Fyodor sonó con su mismo tono que mantenía siempre, tranquilo.

- Hola Fedya, ¿estabas dando un paseo nocturno o algo así?- la voz de Nikolái fue un intento de mantener su voz alegré, pero se escuchaba triste, sin el sonido juguetón que caracterizaba a Nikolái- no es que me desagrade tu presencia, pero ¿podrías dejarme solo?, por favor.

- Me encantaría cumplir tu petición, pero si te quedas aquí lo más posible es que mueras con este frio, que te parece si mejor te dejo solo en la sala de mi casa frente a la chimenea, ¿no te gusta esa idea?- Fyodor estaba impaciente, quería saber de donde venia esa sangre, pero no quería verse alterado hasta saber en que estado estaba Nikolái.

-Tal vez sea lo mejor, pero morir por el frio no suena tan mal- la voz de Nikolái se estaba apagando, como si se estuviera quedando dormido.

Fyodor no pudo soportar mantenerse tranquilo, le quito la capa a Nikolái de su rostro dejando ver su ojo lleno de sangre, lo que pudo notar Fyodor es que tenia una gran abertura; abarcaba desde su ceja hasta el final de su pómulo, pasando ligeramente por su parpado que se encontraba cerrado.

Fyodor no tardo en reaccionar, agarro a Nikolái por las muñecas, levantándolo, para después correr con Nikolái por las calles en dirección a su hogar. Nikolái no puso resistencia o más bien no pudo, se sentía demasiado débil. Fyodor lo sostenía, pero si tan solo lo dejaba un segundo terminaría en el suelo. Fyodor, por su parte, se estaba desmayando, camino demasiado con tan solo llegar al parque, ahora corría con Nikolái cargando todo su peso.

Doblaron la esquina de su casa, el mayordomo pudo distinguir a Fyodor que corría con alguien, abrió la puerta para que pudieran pasar, y fue a ayudar a su amo con la persona. El camino a la habitación de Fyodor era muy largo, y desde la perspectiva del mayordomo parecía que ambos ya no aguantaban un paso más, por lo que los dejo en la sala, colocando a Nikolái en el sillón grande para poderlo recostar.

Fyodor se agacho hacia la chimenea intentando prenderla, mientras el mayordomo traía lo que necesitaba para tratar a Nikolái. Mientras Fyodor limpiaba la herida de Nikolái, el mayordomo trajo comida, cobijas y unas tazas para los dos jóvenes, Fyodor agradeció al mayordomo, y este anuncio que esperaría en la cocina por si necesitaban algo más.

- Se que te dije que no te forzaría a contarme, pero esto es preocupante- dijo Fyodor mientras le colocaba las vendas a Nikolái.

- Te quiero decir todo, Dos-kun, pero. . . no se como decirlo sin llorar, ¿entiendes? jaja

- Nikolái, puedes. . .

- Lo hizo mi padre- interrumpió Nikolái- Lo común es que mi padre vaya a la cantina y regrese a gritarme, pero la diferencia fue que hoy bebió en casa. En un momento, de su habitual regaño, se quedo completamente callado, y de repente alzo una mano que sostenía su botella. Rompió la botella en mi escritorio , me sostuvo para evitar que me moviera, y paso la botella rota por mi ojo, mientras decía . . .

Nikolái tenia miedo de repetir esas palabra, no por su padre, sino por lo que pasaría con Fyodor cuando las dijera. No podía mentir, pero no podía decir la verdad,pues no quería que Fyodor lo odiara.

Digno de CastigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora