ESPAÑOLA, ADRIDOBYLUS.

011

REAL LIFE! | Atenea

TENÍA MUCHA CURIOSIDAD por saber qué me habría regalado Adri.

Nos conocíamos de hacía relativamente poco: no me había dado demasiado tiempo a contarle cosas sobre mi, así que vete tú a saber lo que me había comprado el chaval.

—Dios que lenta eres, ábrelo ya coño.— dijo impaciente, sacando una caja de la bolsa que sujetaba yo en las manos.

Me empecé a reír. Adrian estaba nervioso.

—No puede ser.— ahogué un grito cuando vi la caja, pero no acabó ahí. Cuando saqué de ella las mejores Crocs que he visto en mi vida, abrí los ojos con sorpresa— ADRIAN.

—¿Que?— se hizo el loco con una sonrisa que me daban ganas de borrar con un pedazo de beso.

—UNAS CROCS DE HISTORIAS CORRIENTES.— le dije, como si no las hubiera comprado él— Dios, Dios, Dios.

—No sabría que te harían tanta ilusi-

No le dejé acabar.

De un impulso, me abalancé sobre él y lo abracé.

Me arrepentí de hacerlo al momento, no se si Adri era de ese tipo de gente que le gustaba dar abrazos y tal vez lo estaba incomodando, pero estaba entre sus brazos y sentía que no quería separarme nunca. Apoyé mi cabeza en su hombro, me cubrió con sus brazos, y sentí como se reía.

—Muchas gracias, Adri, el mejor regalo que me han hecho nunca.

Ahora sí, cada uno con su regalo, nos dirigimos a la puerta del hotel, donde acababan de llegar los chicos.

—¿Porqué venís tan contentos?— preguntó Plex alzando una ceja.

—¡Mira Plex!— exclamé, y saqué la caja de la bolsa.

La abrí lentamente mostrando mi mayor tesoro. Plex , otro friki de las Crocs, sacó la cámara enseguida para documentar este momento tan especial.

—Unas Crocs de Mordecai y Rigby, chavales.— las enfocó con cuidado, como si se tratara de oro— No suelo hacerlo, pero he de admitir que en esta Adri se la ha sacado.— dijo Plex, dándole la mano— Mis respetos hermano.

Vi como le guiñaba el ojo a Adri discretamente y este asentía con una sonrisa, como dándole las gracias, aunque no entendí bien porqué. En fin, algo se traerían entre manos.

~

Pasaron las horas.

Subimos a nuestras habitaciones, nos aseamos y buscamos un sitio donde cenar. Los chicos estaban cansados de haber estado todo el día para arriba para abajo por la muralla china, así que enseguida nos volvimos para el hotel y se fueron todos a dormir menos Plex, que no tenía más opción que venirse a nuestra habitación y aguantar despierto junto a Adri para poder editar el vídeo.

—Uy, te están llamando.— le dije a Plex.

Estaban él y Adri sentados en el escritorio acabando el vídeo. De mientras, yo estaba tumbada en los pies de la cama, justo detrás de ellos, editando el vídeo que subirías hoy a Tiktok con Adri. El móvil de Plex empezó a vibrar a mi lado, y vi un nombre en la pantalla que me resultaba familiar.

"Maya❤️"

Le giré la pantalla y por tener la luz tan cerca le costó un poco reconocer el nombre, pero cuando lo hizo se encogió de hombros y me dijo:

—Ah es Maya.— sonrió— Cojéeselo si quieres.

—¿Maya? ¿Quien es Maya?— le pregunté alterada al ver que estaba descolgando la llamada y yo no sabía quién era— Espera, espera, ¿es tu novia?