Colmillos

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📌AU humanos.
📌Ligur x Hastur.
📌Hastur omega dominante.
📌Ligur alfa.
📌En este universo son los omegas los que tienen el poder, utilizando a los alfas como adornos, trofeos o simplemente para la reproducción.

Sinopsis:
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En un concurso donde los omegas exhiben los colmillos de sus alfas, Hastur lleva a competir a Ligur, el alfa que compró en un concurso y que ahora era todo suyo.
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Entre los omegas más poderosos había algo llamado "El concurso", lo cual era exactamente eso; un concurso donde exhibían a sus alfas, específicamente sus colmillos, el alfa con los colmillos más grandes e intimidantes hacía a su omega ganar.

Desde mucho tiempo atrás los omegas eran los más fuertes de la raza, dado que los alfas se habían casi extinguido. Los pocos que quedaban eran usados como premios, animales exóticos para exhibir en concursos o eventos especiales, para la reproducción o simplemente para tener un juguete.

En medio de la fiesta, con su traje elegante y su fina estampa se encontraba allí Hastur, llevaba de una correa a su alfa que por si fuera poco usaba un bozal, no era agresivo, ni mostraba interés por algo, parecía más bien un objeto que un humano. Hastur miró de reojo a Ligur, quien lamió sus labios clavando los ojos sobre el omega, podía sentir el deseo recorrer su cuerpo, el cenizo jaló hacia sí la correa atrayendo el cuerpo del alfa hacia el suyo.

— Cuando salgamos de aquí te daré tu recompensa, pero antes tienes que ganar, ¿si? —susurró contra el oído de Ligur, haciendo al alfa gruñir por lo bajo—. Buen chico.

No hablaba demasiado, había sido vendido en un concurso parecido al que iba a participar ese día, el alfa con los colmillos más intimidantes ganaba, no había más. El omega recibía un cheque con una buena suma de dinero y el alfa nada, Ligur no entendía que una vez los de su casta fueron los poderosos, los dominantes, la clase superior, había nacido en una época donde ya los omegas dominaban.

Ahora eran simples juguetes para los omegas, siempre habían excepciones como cuando en verdad se enamoraban o sentían que eran su destinado. Pero no todos sucumbían a aquél vago instinto, algunos como Hastur mantenían las nuevas costumbres y utilizaban a su alfa como un trofeo, con algún que otro beneficio, hasta el momento no le había dejado tocarle.

El concurso era algo digno de ver, los doce alfas estaban sobre el podio mientras el director exhibía sus colmillos y la audiencia votaba por el mejor, así fue pasando hasta que solo quedaron tres candidatos. Entre ellos dos nuevos participantes que habían llegado hasta el final y Ligur, quién buscaba con la mirada a su omega.

Hastur cruzó sus piernas tomando una copa, lamió el borde del cristal dando un trago a la bebida, relamió sus labios mojados y clavó sus ojos en el alfa moreno que estaba mirándolo. Ligur respiró profundamente al sentirse provocado por los movimientos sensuales y sutiles de su omega, sus colmillos por ende crecieron un poco más dentro de su boca.

Así en el momento de revisarle él era quien más grande tenía aquellos colmillos, blancos y afilados, como ningún otro. Terminaron ganando el concurso, Hastur recogió el cheque y a su alfa, marchándose de allí a paso triunfante, subieron al auto yéndose a casa.

En la habitación del cenizo había un silencio fúnebre, el omega le quitó la correa a Ligur, sacando suavemente el bozal, desabotonó los primeros botones de su camisa sacándose la chaqueta del traje. El alfa le observó atentamente, deleitándose con aquello, esperando una orden para acceder al cuerpo que tanto deseaba tocar.

Hastur tomó la mano del alfa frotando esta por su piel, acercándose poco a poco al otro, frotó sus labios a penas rozándolo, Ligur gruñó al no recibir un beso.

— Gracias a tí tendremos suficiente dinero hasta el próximo evento —murmuró contra sus labios—. Ahora te daré tu recompensa, ¿no quieres usar tus colmillos?

— Quiero marcarte, Hastur —la voz ronca del alfa hizo que todo el sistema del otro se descompusiera, apretando sus manos en los brazos del moreno—. Y quiero hacerte mío.

— Está bien, puedes hacerlo, puedes marcarme —sonrió de medio lado—. Oh Ligur, tú eres mío, yo nunca seré tuyo, ¿entiendes?

Asintió agarrando de la nuca a Hastur con fuerza, teniendo un poco de cuidado en no lastimarlo, unió sus labios en un beso y con la otra mano atrapó su cintura pegando también sus cuerpos. Entre jadeos y besos fueron a la cama, dejando la ropa por el suelo mientras las manos del alfa exploraban el cuerpo de su omega.

Las feromonas del cenizo hicieron que las pupilas del alfa terminaran más dilatadas que antes, su boca se llenó de saliva y sus colmillos crecieron listos para marcar al omega, cerró su boca alrededor de la nuca, justo en donde aquella glándula expulsaba feromonas. Lamió la sangre que salía de la mordida, mientras que sus caderas embestía contra el cuerpo ajeno, haciendo un mar de gemidos a Hastur.

Ahora él y su alfa estaban conectados, usaría su estrategia para ganar más concursos, utilizando el deseo que Ligur tenía hacia su cuerpo para hacer que sus colmillos fueran una vez más los ganadores.

🦔

Uno bien corto esta vez, intentando ponerme al día.

Si se puede, ¡vamos a por más!

¿Qué pareja será la próxima? ¿Anathema y Newton?
¿A quién más debería usar?
Los leo.

Omegacember/ Good Omens.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora