Ya nadie podra lastimarte

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Regla #5 Nunca sigas una sombra

Melissa

Lluvia, gotas, oscuridad.
El día estaba al pendiente de lo que había sucedido la noche anterior.

Un incendio, las palabras de Dios perdidas y dos asesinatos.

Hoy tendría que asistir a dos entierros...
Dos entierros de unas personas muy importantes para mi.

Mi hermana Liia y mi Tío Sam.

Por prioridad de la iglesia primero tendría que ser el del Tío Sam por ser el pastor y acá estoy parada.

Bajo la lluvia, sin ningún paraguas y al lado de Jack que ha perdido a su padre.

¿Que se podría decir en esta ocasión?

Un "Lamento tu perdida" o "era un gran hombre" eran solo clichés innecesarios para hacer sentir mejor a las personas que lo dicen y no a las que lo reciben.

Así que solo dejo que llore en paz mientras que uno de los monaguillos más cercanos al pastor dijera todas esas basuras de descansa en Paz.

Mi mente esta en un conflicto en este momento, no sabe lo que es real o falso.

Tengo recuerdo de una noche de fiesta persiguiendo a Liia que iba corriendo al bosque, recuerdos de un sueño de ver cómo se quemaba la iglesia, recuerdos de ver cómo mi hermana se despedía de mi y recuerdos de un chico que su cara ahora es borrosa

Todo esto llegó a mi mente como un balazo llega a un cuerpo con vida y lo va desviviendo.
No podía pensar con claridad, siquiera sabía cómo me había levantado esta mañana para venir al funeral.

—¿Seguirás dormida mi reencarnada?

Escucho esa voz nuevamente, esa voz que no se donde la había escuchado.

Fijo mi mirada en la dirección de donde venía, veo cómo una sombra alta y espesa se expande y desaparece entre la multitud de personas que estaban al rededor del agujero donde están enterrando a mi tío.

Quedó helada, me tendría que estar volviendo loca, tal vez es el choque de todas las cosas al mismo tiempo.

—¿Mel?-dice Jack tocándome el hombro

Salgo de mi transe mental y giro a verlo al instante, me partía el alma verlo así, sus ojos tan rojos de tanto llorar, su semblante tan triste...

—Disculpa, estaba perdida en mis pensamientos-le digo en voz baja

—Tranquila, entiendo el por qué, ya es hora de irnos.-me dice aún mirando el montón de tierra frente de él.

No sabía en qué momento pero ya lo habían enterrado, tal vez pasó muy rápido en mi mente pero seguramente en la de Jack fue una tortura ver cómo enterraban a su padre.

Pasaron los instantes y Jack vuelve en si mismo y toma de mi mano para ir al otro lugar.

Al lugar donde estaría mi hermanita, aún no sabía cómo reaccionaría, verla en ese agujero, ver cómo la tierra la tapaba lentamente, imaginar cómo se sentiría si despertara en tal oscuridad, Liia odiaba la oscuridad.

The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora