Capítulo 1

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-¡¿Cómo diablos va a dejarme?! -gritó Ruby desesperada.

Yo por mi parte estaba callada sin saber que diablos decir; en otro lado Amber no dejaba de asesinarme con la mirada. Aclaré la garganta tratando de ocultar mis nervios.

-¿Brandon no te dijo el por qué? -miré a Ruby quien no dejaba de dar vueltas por toda la habitación. Su cabello rubio liso en extremo se movía junto a su desesperación.

-¡No por dios! Sólo me dijo que ya no le gustaba... Y que no tenía sentido seguir en una relación así -se paró en seco viendo a la nada-. ¡Seguro es eso! ¡Debe haber encontrado a alguien más! ¡Por dios! -chilló desesperada agarrándose el pelo. Su maquillaje había empezado a correrse por las lágrimas.

Entiendo lo duro que debe ser para ella. Ruby Sean era la típica rubia hija única de padres ricos, que lo tiene todo a su alcance. Incluso desde la barriga ella estaba destinada a vivir una vida color rosa, era inteligente, bonita y un talento en el balet. Sueño que abandonó porque al llegar a los 15 años su cuerpo de marcadas curvas no cumplía las exigencias de su profesora. Y un año después se unió al equipo de porristas donde volvió a resaltar entre todas las chicas. Y se preguntaran, ¿por qué asistiría a L'Ocitane si es rica? Simple, viviendo a pocas cuadras del hospital podían cuidar a su abuela quien viviendo en medio del bosque en la zona norte se le hacía difícil llegar cuando tenía uno de sus ataques de asma. Según decía ella. Pues pensandolo bien podrían haber pagado una enfermera personal... En fin...

-¿Que te hace pensar eso? -respondí neutral.

-Nadie deja de querer a otra persona de la noche a la mañana -intervino Amber. Un tono de astío.

Ambas cruzamos miradas furtivas. Definitivamente ya no sé si trata de ayudarme o de destruirme.

Lo cierto es que sé que no he sido la mejor de las amigas. Brandon había sido un desliz de una noche de tragos... Al menos eso le dije a Amber cuando nos descubrió en pleno beso.

Sin embargo es cierto que empezó como desliz pero ha continuado. Es imposible decirle que no, Brandon me gusta... bastante... Y no es correcto engañar a Ruby de esa manera. ¿Pero quien controla mis deseos?

Par de horas hicieron que Ruby se calmara y cayera rendida en la cama; y lo que pretendía ser una noche de pijamadas divertida se convirtió en una maldita noche de lágrimas y gritos por su parte. Al menos Amber logró calmarla.

Ahora me encontraba en el patio viendo los arbustos que sobresalían por el cercado de madera. El reflejo de la piscina me daba en la cara "Me pregunto si debería llamarlo..." sacudí la cabeza espantando esas ideas.

-¡Diablos! -chillé por lo bajo. Saqué mi celular y le escribí a Brandon.

26 junio ,11:45 pm

<<¿Por qué diablos terminaste con Ruby? Te dije que no lo hicieras. Si piensas que ahora podemos estar juntos estás equivocado. Me gustas ¡pero Ruby es mi amiga carajo! >>

-¿No puedes dormir? -la voz de Amber me sobresalta-. Es de imaginar, la culpa no te deja... Digo, si es que te queda alguna pizca de remordimiento.

-¿Puedes dejar ese tono de sarcasmo? -suspiré profundo, tras unos segundos-. No sabía que él haría algo así. Lo juro -Mentí nuevamente-. No tengo nada que ver con su decisión.

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