Capítulo 9:

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Después del almuerzo, después de aquella conversación que parecía ser una discusión, un debate.

De ahí ya tenía entendido de que hay algo raro entre Natalie y Lydia, o entre más profesores. Pero al fin y al cabo solo le creo la versión de Lydia...

Tenia que devolverme para mi casa ya, y ponerme con mis asuntos escolares.
Estábamos en el coche, de camino a la casa de Natalie. Ella me ofreció  entrar a su casa pero no acepté, y después pensó que rechace simplemente porque estaba enfadado con ella.
Yo no quiero estar con ella, no es el día ni el momento para estar con Natalie, no quiero.

—¿Ya?— me preguntó, cuando aparcamos el coche.

—si, llegamos.

Ella no paraba de mirarme, pero yo solo intentaba no mirarla.

—bueno... Ya me voy.

—esta bien— dije, aún sin mirarla.

Se quitó el cinturón, apunto de abrir la puerta me dijo— ¿Tu estas enfadado por tu estúpida alumna cierto?

—¿Que?— me volteé a verla con el ceño fruncido — ¿le has dicho estúpida?— pregunté.

—¿Ahora sí me haces caso? ¿Por qué estás tan de lado de Lydia? ¿La conoces de algo o que?¿Por qué la defiendes?—

—Natalie no estoy para peleas absurdas, porfavor, si es necesario que te vayas, vete.

—¿Que me vaya...?— Me preguntó enfadada, por la manera en la que hablé.
—vale...— dijo, abriendo la puerta y yéndose de inmediato.

No me dió tiempo a despedirme de ella, solo logré decirle... Adiós...











Llegué a casa, me entró un alivio ya que no iba a ser molestado más por Natalie al resto de la tarde

Al día siguiente, que tenía que levantarme a las 6:00 de la mañana más o menos. De repente senti un frío terrible al despertar. Vi la ventana y no se veía absolutamente nada, el día estaba completamente nublado, y había mucho frío. De repente cambió el clima aquí en Miami.
Ayer estaba despejado y  hoy esta nublado, es increíble.

Justo ayer por la noche vimos el tiempo en la televisión, e informaron que iba a llover y que iba a haber mucho frío, resultó ser verdad.

Me levanté de la cama y realice la misma rutina que hago todos los días. Después cambie los atuendos, hoy no iba a utilizar camisetas cortas, es hora de los abrigos y bufandas.

Me hice la sombra de ojos, como siempre, no me suelo sentir lindo sin ese maquillaje de ojos, es imposible para mí.

Termine aquello, tarde una hora y 30 minutos, se me iba el tiempo,  podría llegar tarde.

El desayuno, no me daba tiempo para eso. Tal vez podría pasar por la cafetería que está cerca del instituto.

Ya estaba saliendo de mi apartamento, bien abrigado, con una bufanda bien calentita, con una chaqueta cómoda, y con un paraguas guardado, por si acaso la lluvia de hoy.

Fui de camino al instituto, con mi auto, no se veía demasiado la carretera por la niebla.
Gracias a Dios llegue a salvo, me costó observar bien la carretera y los semáforos, pero al fin se pudo.
Primero pase por la cafetería, aparqué al lado de la cafetería y salí de mi auto.

Me pareció ver a una chica que tal vez conocía. No podía ver su rostro ya que estaba de espalda, solo podía pensar en ella... Lydia. ¿Por qué solo pensaba en ella? Si podría ser otra chica.
No, es imposible que sea otra chica, esa es Lydia.
Con ese cabello lacio y oscuro, ella era única, podía reconocerla perfectamente.

Wanna Be YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora