Capitulo IV: La pulsera.

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Luego de aquel saludo, esos dos chicos se fueron a saludar a otras personas.

Fer: Estoy que muero —dice con su mirada fija en Hugo, que estaba sentado a unos metros de nosotras—

Me reí levemente, mientras negaba con la cabeza.

A decir verdad, yo también lo estaba.

Fer: El amor de mi vida me saludó ¿Sabes lo que es eso? —dice aún sin creerlo—. Ves que si era ese Hugo del que Marcos y Miguel hablaban —dice victoriosa—

Keila: Ok —digo dándole toda la razón—. Solo que jamás pensé que Miguel fuera amigo de esos chicos —alzo los hombros—

Fer me abraza de lado emocionada.

Fer: Ese hombre me tiene loca amiga —dice como una adolescente enamorada—

Keila: Lo sé —sonreí flojamente—. ¿Y si te digo que te está mirando ahora? —digo con mi mirada fija en la dirección de Hugo—

Fer: No —dice aún con su mirada en mí—

Keila: Si —digo conteniendo la risa, aún con mi mirada en esa dirección—

Fer voltea levemente hacia la dirección de Hugo, y sí, efectivamente la estaba mirando a ella, ya que al hacer contacto visual con ella, le sonrío coquetamente.

Fer: Kelaaaa —chilla recostada a mí, tratando de no mover sus labios ,mientras no separa la mirada con Hugo—

Suelto una leve risita. Fer se estaba muriendo internamente.

Keila: ¿Por qué no te le acercas? —suelto de la nada, haciendo que Fer se levemente de un salto del sillón—

Fer: ¡Estás loca! —dice alarmada—. Eso jamás amiga. Los hombres son los que se te tienen que acercar, no tú a ellos —dice jugando con su cabello—.

Keila: Entonces prepárate, porque viene hacia acá —digo mirando cómo Hugo dejaba el vaso encima de la mesa, y se acercaba hacia nosotras—.

Fer: No, Kela por favor, no me engañes —dice cerrando los ojos—

Keila: No te engaño amiga. Tu príncipe azul está justo detrás de ti —digo en un susurro, al ver cómo Hugo se frenaba justamente al frente de mí, y a espaldas de Fer—.

Fer: Dios mío —susurra, apretando mi brazo con sus manos—

Hugo: Hola —dice para llamar nuestra atención—.

Fer se da la vuelta, quedando al frente de él.

Fer y yo respondimos al unisono un "hola".

Hugo: Fernanda ¿Cierto?  —dice mirándola fijamente—

Fer: Si —dice con una sonrisa—.Hugo ¿Cierto? —dice de la misma manera—.

Si claro, como si no lo conociera. Yo creo que Fer conoce hasta cuántas veces va al baño este tipo.

Hugo: Si —dice con una risita coqueta—

Keila: Permiso, me están llamando —cojo mi celular, y finjo una llamada para irme del lugar, y dejarlos solos—

Luego de alejarme, me despegue el celular de la oreja. Y me senté en una silla en el jardín de la casa.

João:

Luego de saludar a aquellas chicas, me senté con mis amigos en una mesa, para hablar y bromear entre nosotros.

Hugo: Miguel ¿Quiénes son esas chicas?          —dice con su mirada fija a donde estaban ellas sentadas—

Bonitos  [João Félix ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora