𝐂𝐚𝐬𝐭𝐢𝐠𝐨́ ─ ⁰⁰⁸

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Takemichi se encuentra sentado, mirando con aburrimiento cada detalle que se encuentra en el salón de castigo.

No había mucho que ver la verdad, solo habían unas mesas y sillas para los castigados, un pizarrón que se encuentra perfectamente limpio y al lado una hoja con las reglas del lugar.

Y frente a él, se encuentra una señora de mediana edad, quien ni siquiera los había saludado cuando entraron, solo se había quedado mirando y escribiendo en las cantidades de hojas que se encuentran en el escritorio.

Chifuyu a su lado solo miraba el techo del lugar, como si fuera lo más interesante del mundo o como si estuvieran pasando alguna clase de película en ella.

Poco después, la señora dejo el lápiz en el escritorio para poder mirar mejor a los dos jóvenes frente a ella.

─ Muy bien, no espere que en el primer día de clases ya hubieran dos personas en este salón ─ miro a cada uno, para después buscar una hoja entre los cajones del escritorio y volver a agarrar el lápiz. ─ Díganme sus nombres y el porque están aquí ─.

─  Mi nombre es Chifuyu Matsuno y estoy aquí por culpa de él ─ hablo primero, apuntando a Takemichi que se encuentra a su lado.

Takemichi no pudo evitar enojarse, si la señora no estuviera aquí ahora mismo le hubiera arrojado la mesa en la cabeza.

─ Eres un mentiroso, mi nombre es Takemichi Hanagaki y estamos aquí porque este chico empezó a insultarme sin razón alguna ─ dijo, apuntado a Chifuyu, quien empezó a burlarse discretamente de él para que la señora no lo notará.

La señora solo miro a los dos jóvenes, esperando alguna explicación del porque ambos se encuentran en el lugar, porque aquello que le habían dicho no era muy específico que digamos. Escribió un par de cosas en las hojas, escuchando como una nueva pelea se formaba por parte de los dos chicos.

Frustrada dejo con firmeza el lápiz en la mesa, mirado con enojo a los dos jóvenes que dejaron de pelear.

─ Los dos serán castigados un mes por su comportamiento inapropiado ─.

Los dos iba a reclamar, pero la señora hizo una señal para que se callen y la dejen hablar.

─ Por un mes ayudarán a la señora de la biblioteca, juntos ─ dijo, recalcando la última palabra. ─ Ambos ayudarán limpiando y organizando los libros nuevos que llegaron y tirando a una caja de donación los más antiguos, empezarán hoy día a final del horario escolar, ¿Me escucharon? ─ anoto unas cuantas palabras en las hojas para después guardarlas en una carpeta aparte. Los chicos asintieron a lo dicho por la mujer.

La señora se levantó del asiento, diciendo que se queden en el salón de castigo hasta que tocaran el timbre para el primer receso, ella iría a dejar unas hojas a la oficina del director y después volvería.

Al quedar los dos solos no pudieron evitar insultar y maldecir al otro.

Este será un largo día Pensó Takemichi, ignorando al chico que no paraba de hablar a su lado y que se volvió más irritante al percatarse que Takemichi no le estaba prestando la más mínima atención.

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Las horas de clases ya habían terminado, Takemichi se encuentra guardando sus cosas, está enojado, no solo por el castigo que le habían dado en la mañana, si no también por sus compañeros de salón, quienes tuvieron la maravillosa idea de molestarlo tirándole varias bolitas de papel a su cabello, escuchando las constantes risas burlescas de todo.

Ya irritado, Takemichi colo su mochila en el hombro, retirándose del lugar sin causar algún pleito, no quiere otro castigo por culpa de esos infelices.

─ ¡Oye! ¿Por qué tan enojado? ─ Chifuyu había llegado a su lado con pasos rápidos, mirándolo con burla por lo ocurrido hace pocos minutos en el salón.

Takemichi solo chasqueo la lengua, ignora del al chico a su lado, cosa que al contrario no le gustó mucho.

─ Oye no me ignores ─ dijo Chifuyu, dándole un par de toques a la mejilla del contrario, se sorprendió un poco, nunca hubiera imaginado que la piel del chico fuera tan suave al tacto.

─ ¡No me toques! ─ Takemichi le dio un manotazo a la mano de Chifuyu.

Chifuyu solo se enojo, viendo cómo Takemichi empezaba a caminar más rápido dejándolo atrás.

Después de unos minutos llegaron a la biblioteca del establecimiento, Takemichi abrió las grandes puertas y lo que vio lo dejo fascinado.

¡El lugar es inmenso!

Takemichi solo puede mirar con asombro cada parte de la habitación, se siente como un niño en una juguetería, ¡Hay tanto conocimiento aquí!

Chifuyu solo lo mira, causándole un poco de risa lo lindo que se ve Takemichi al estar tan fascinado por todo el lugar. Pero apenas recapacito, Chifuyu negó con rabia, tratando de quitar aquel pensamiento tan "asqueroso" de su mente.

─ Ustedes deben ser los castigados, ¿No? ─ uma joven veinteañera apareció por uno de los varios estantes del lugar, tiene una pequeña pila de libros en sus manos de un grosor bastante grueso.

Ellos dos asintieron, un poco avergonzado por estar castigados en el primer día de clases.

La joven chica sonrió, diciendo que no se sientan tan avergonzados por estar castigado, se presentó, su nombre es Hikari Namakura, la bibliotecaria de esta institución. Después fue el turno de ambos chicos, ambos se presentaron dándoles una pequeña reverencia a Hiraki.

─ Si soy sincero pensé que iba a ser una señora de mayor edad ─ dijo Chifuyu un poco apenado, con un gran estereotipo respecto a la bibliotecaria, imaginaba alguien mucho más mayor, con canas, arrugas y grandes anteojos redondos.

Hiraki solo río.

─ Si, es muy común que piensen eso ─ dijo ella, dejando los libros en el escritorio que se encuentra en el centro del lugar. ─ Muy bien ─ se dio la vuelta para mirar a los dos jóvenes. ─ Voy a necesitar su ayuda para organizar los nuevos libros que ha traído el colegio y también para dejar en una caja de donación los antiguos ─.

Ellos dos asintieron, esperando las órdenes que les daría Hiraki.

─ Takemichi, ¿Podrías tu organizar los nuevos libros? ─ Takemichi asintió, sin ver el problema en su trabajo. Ella sonrió para después mirar a Chifuyu. ─ Entonces, Chifuyu tu pondrás los viejos libros en cajas, ya tengo unas cuantas armadas ─.

Hiraki paciente les explico a ambos chicos el como hacer su trabajo, diciendo cómo organizar los nuevos libros, en qué cajas se encuentran y en qué sección necesitan ser acomodadas. A Chifuyu, le dijo en donde se encuentran las cajas para dejas los libros viejos para donarlos a algún orfanato u otra escuela que lo necesite, llevándolo a un lugar aparte, donde se encuentran una gran cantidad de pilas de libros que van a ser donados.

Amor en una simulaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora