cap 11

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Maratón 4/6

Pov Lizzie

Las noches siguieron siendo frías, solo quedaba un recuerdo que me podía reconfortar, el recuerdo de verla a ella, de verla sonreír.

Mañana en la mañana sería nuestro primer ensayo juntas, luego de un mes sin si quiera dirigirnos la palabra, siento esa ansiedad que va por todo mi cuerpo como si fuera una infeccion. Se que está enojada y dolida por lo que hice, pero solo tengo...miedo.

Pov Alma

No estaba totalmente convencida de lo que ocurría con Lizzie, se que todo lo que dijo era mentira, se que estaba aterrada y no sabia porque.

Llamé a Adonis, alguien que estuviera fuera de todo este alboroto y que podría ver con más claridad. El llegó rápido a la casa y me vio acostada en mi cama, mirando el techo. Se acostó a mi lado y miró el techo también.

— realmente estoy tratando de entender que es lo que ves allá arriba—

— la veo a ella...veo sus ojos verdes...—

— ¿ves algo más?—

— ella tiene miedo...mucho miedo...—

—¿y tu? —

— yo también tengo miedo...—

— ¿por qué?—

— porque...porque la quiero tanto...que duele...—

— el amor no debe doler Alma...—

— no debería...pero lo hace...lo hace porque ella está mal y yo me debo quedar aquí...a esperar que todo vaya bien —

— ella es adulta Alma...debe ser bastante madura como para saber como resolver sus propios problemas —

— ¿que hago Adonis?...—

— esperar...o seguir tu camino, hay personas que no están aquí para quedarse para siempre...algunas solo son aves pasajeras...quizás Elizabeth es un ave pasajera—

— ¿que tal si no quiero?—

— entonces debes esperar a que ella esté lista...—

— ¿Evans se va a quedar para siempre en tu vida?— sentí su sonrisa y supe que mi querido Adonis estaba enamorado y era raro de verlo así.

— el quiso quedarse...y yo lo dejé...— susurró. — pero yo esperé, yo elegí esperar, el merecía que lo esperara— dijo y besó mi frente — ahora te toca decidir a ti si prefieres esperar o irte—

Se levantó y cuando llegó a la puerta de giró hacia mi.

— esperala Alma...ella necesita a alguien que la espere— Salió del cuarto y yo me quedé pensativa.

Tomé mi teléfono y como si la hubiera llamado con la mente, había una llamada entrante de Lizzie. Me tomaron unos segundos para responder, pero terminé por responder.

— ¿si?—

— hey...— susurró y se sintió tan bien escuchar su voz de nuevo.

— hey...—

— mañana hay ensayo...—

— en efecto...—

— quería...disculparme, por aquel día...—

— entiendo Liz...—.

— no no...dejame terminar— me quedé en silencio y oí su suspiro— te mentí...te mentí Alma y lo siento...no...no estoy lista y no se que me ocurre...tengo miedo, tanto miedo y no te quiero abrumar...—

— te voy a esperar Liz...te voy a esperar todo lo que sea necesario...cuando estés lista aquí estaré...lo prometo — susurré

— solo te puedo brindar mi amistad...por ahora —

— está bien...es suficiente...por ahora— dije y ella sonrió.— descansa Liz...—

Colgué la llamada y mi corazón se sentía más ligero. Solo debía esperar...

//

Al otro día, era la primera práctica de la obra, tomé un suave suspiro y entré a la sala de teatro donde sería la obra, Liz ya estaba ahí con los demás y como solo practicariamos las escenas juntas los otros estudiantes que hacían de otros personajes no estaban.

— empezaremos por la escena donde Paula y María se encuentran por primera vez—

Nos pusimos en nuestros puestos iniciales y yo empezaba recogiendo unas manzanas, había un árbol donde Lizzie estaba escondida. Cuando de repente Lizzie salió de atrás del árbol y fue a coger una manzana al mismo tiempo que yo nuestras manos se rozaron. Subí la mirada y sonreí al igual que ella.

Tomé la manzana y se la di.

— Maria, un placer...—

— Paula., el placer es mío — dijo Liz

— ¿sois nueva en el pueblo?— pregunté

— soy huérfana y voy de pais en país...pero creo que me quedaré más tiempo de lo pensado aquí —

— es muy generosa usted de brindarme su compañía — susurré y vi que Liz se acercó a mí un poco más.— y es mucha casualidad que en un mundo tan grande haya podido encontrarme con su mirada...—

— somos una casualidad llena de intención...—

— debo volver a casa...pero espero verla de nuevo...Paula—

— adiós María...—

Y ahí se acabó la escena.

— tienen mucha química, debo admitirlo! — dijo el director.

Dulce obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora