Rebirth: En sus Manos (ADAPTACIÓN) ~ Lisa X Song Kang ~

capitulo 1

           
          
         
        
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Año 2014.

En la gran ciudad, la noche va oscureciendo, muchas personas se encuentran dormidas plácidamente, inmersas en dulces sueños, pero muchas personas están intoxicadas, liberando los deseos primitivos de su naturaleza humana.

Hwang Lalisa corría escaleras abajo desesperadamente.

En comparación con las gruesas alfombras de los pasillos, y los magníficos y brillantes candelabros de cristal gigantes del vestíbulo, la decoración de la escalera es mucho más sencilla. Después de todo, en circunstancias normales, muy pocas personas subirían las escaleras, excepto para escapar de un incendio.

Las luces en el hueco de la escalera eran pálidas, pero las mejillas de Lisa estaban enrojecidas por la intensa carrera.

Pero Lisa no podía tomar el ascensor. Esa persona tenía vigilando la otra parte de la entrada del ascensor de abajo, si ella tomaba el ascensor, estaría atrapada.

Sus tacones altos no eran lo suficientemente fuertes y de repente se torcieron. Soportó el dolor en el tobillo, se quitó los zapatos y corrió descalza. Bajó corriendo dos pisos más, pero de repente escuchó claramente el sonido de pasos caóticos que subían desde abajo.

Lisa quedó atónita y se detuvo inconscientemente.

–¡Rápido, debe estar ahí arriba! ¡La salida está bloqueada! ¡No puede escapar!– La voz de un hombre resonó en el hueco de la escalera, todavía con un eco.

Inmediatamente se dio la vuelta y corrió!

Iba descalza y no hacía ningún sonido cuando corría, pero pronto volvió a sonar la voz del hombre. –¡Estos son sus zapatos! ¡Está arriba!–

Lisa se sintió desesperada. Sabía que no había forma de huir si corría hacia arriba. Pero no tuvo más remedio que escapar en esa dirección.

Finalmente corrió al último piso, abrió una puerta y vio el oscuro cielo nocturno afuera; tuvo que correr hacia la azotea del edificio.

Las luces del paisaje urbano, contaminada de luces, alumbraban la azotea por la noche, que estába  desordenada, con algunas protuberancias cuadradas como pequeñas casas, que pueden ser salas de ascensores o refrigeradores.

Aparte de eso. Nadie.

Lisa se cortó en la planta del pie tan pronto como corrió hacia la azotea, no vio lo que era, así que soportó el dolor y corrió hacia adelante, escondiéndose en la sombra detrás de un bulto cuadrado.

¡Por favor Dios, no dejes que esa gente la encuentre!

Pero, desgraciadamente, Dios no debió haber oído su suplica. Los hombres llegaron sólo unos minutos después que ella. Sabían que ella estaba aquí, pero no iniciaron una búsqueda de inmediato.

Bloquearon la única salida, esperando que apareciera el legítimo interesado.

El hombre llegó rápidamente; por supuesto, tomó el ascensor hasta el último piso.

–¡La-li-sa, deja de esconderte y sal! Te veo,–gritó con una sonrisa.

Lisa sabía que la estaba engañando porque no podía verla desde su posición. Contuvo la respiración y encogió ligeramente su cuerpo. Su pie tocando algo frío.

Cuando miró hacia abajo, vio una barra de acero del largo de un brazo en el suelo.

Lisa lo tomó silenciosamente y lo sostuvo con fuerza en su mano.