Her Majesty Kim SeonWoo

👑 23 👑

Era aproximadamente la media noche. Al bajar del barco un carruaje ya esperaba en el puerto.

—Llegamos. —Susurra Sunoo.

Baja del barco a pasos lentos mirando a todo su alrededor. El lugar se ve vacío por las altas horas de la noche a excepción de las luces prendidas en ciertas casas y de las calles. Estaba en su hogar.

—¡Príncipe! —Una voz llama su nombre, Sunoo de inmediato gira hasta divisar a la fuente de esa voz.

Y allí está. Nada más y nada menos que Riki.

—¿Riki? —este lo mira con una gran sonrisa, Sunoo de inmediato hace una leve reverencia —Principe Riki... No sabía que, estaría aquí.

—Deja las formalidades majestad, para ti —toma su mano y la lleva a sus labios —Solo soy Riki. —y deja un pequeño beso.

—Ha pasado un tiempo desde la última ves...

La última ves... Fue el dia en que se supone él se casaria con Riki.

—Tengo tantas preguntas... Pero ya habrá mucho tiempo para hablar sobre ello. Por favor —señala en dirección del carruaje —Lo llevaré hasta el palacio.

Ambos comienzan a caminar hasta el carruaje y finalmente se dirigen al palacio.

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[En el imperio]

—Encontramos a todos nuestros soldados muertos, el único que quedó con vida, fue el que aviso al palacio que el joven Sunoo había sido raptado. Hasta el momento, seguimos investigando. —habla uno de sus tantos guardias.

—Solo una... Debe haber aunque sea una pista. Sigan buscando, revisen todo el lugar. —ordena el Emperador.

Cada segundo que pasaba lo sentía como una eternidad. Si bien, el estaba consciente de que Sunoo estaría lejos, pero al menos tenía la certeza de que el estaría bien. Sin embargo hora, no sabia en donde estaba, si ya hbi comido, si lo estaban tratando mal, si lo estaban lastimando.

Miles de escenarios pasaban por su mente, unos peores que otros. Estaba desesperado y todo lo que tenía, era nada.

No tenia nada, ni la más minima pista que lo llevara a su amado. O eso creía hasta que entró uno de los tantos soldados del Emperador.

—Su majestad —se reverencia —Encontramos huellas cerca del lugar en donde ocurrió el asalto. Al parecer, hubo otro carruaje cerca, además, hay muchas huellas de zapatos en los alrededores. Si bien, sabemos que el área no es concurrida por el pueblo. —Sunghoon escuchaba atento— También... Encontramos esto.

Extiende su mano en donde se encuentra un pañuelo, en él está algo envuelto.

Sunghoon lo toma y al abrirlo solo puede sentir como el corazón se le destroza. Era un collar.

No uno simple. Era uno especial que él mismo le había echo a Sunoo, uno que había tardado un año entero en hacerlo solo para Sunoo.

Al ver el collar su mente comenzó a sobrepensar todo de nuevo. ¿Realmente Sunoo estará bien? O al menos ¿Vivo?

No, se negaba a pensar que alguien le haya puesto las manos encima a Sunoo, se negaba a pensar que algo malo le habría pasado.

—Salgan todos —habla lo suficientemente fuerte y todos los precentes obedecen.

En cuanto la puerta se cierra Sunghoon no puede evitar romper en llanto. Preciona el collar entre sus manos derramando lágrima tras lagrima. Su corazón duele al saber que Sunoo no está, no aparece, no hay más rastro de él.

Podía jurar que, esta era la primera ves que experimentaba un dolor tan grande, sentía que una parte de su vida se estaba marchitando y lo único que necesitaba para revivir. Era a Sunoo.

Lo necesitaba con él, necesitaba abrazarlo y decirle cuánto lo amaba. Necesitaba tenerlo entre sus brazos. Lo necesitaba a su lado.

Una semana, había pasado una semana, pero para Sunghoon esta semana pasado como una eternidad. Sunoo no estaba con él.

—Sin ti a mi lado —susurra en medio de lágrimas —Sin ti no soy nada... Sunoo.

"Por favor vuelve"