Tanjiro Kamado, un jóven de 15 años muy lindo e inteligente de 4to de la eso que conoció a un joven muy inteligente que le adelantaron un curso más debido a su inteligencia, excéntrico en sus estudios desinteresado en hacer amistades pero...
El ojos carmesí estaba sentado en una cama, al parecer, bastante grande, mucho más grande de la que el tenía, ¿Donde estaba? Se miro a si mismo y vio que tenía una bata negra que cubría la mitad de su cuerpo. Miró a su alrededor, estaba en una habitación lujosa y acogedora, este no era su habitación.
—Tanjiro... —Dijo una voz suave desde la puerta de aquella habitación. El ojos carmesí dirigió la mirada hacia la puerta de donde provenía esa voz que se le hacía conocida. Al ver quién era se sobresaltó, "¿Muichiro?" Dijo el ojos carmesí al ver al joven de ojos menta.
El ojos menta también llevaba una bata negra, pero la bata le cubría hasta los tobillo y también tenía un tono rosado en sus mejillas. El menor se empezó a acercar al mayor hasta estar a unos centímetros de él. El menor agarró el mentón del mayor e hizo que este lo mirara. Tanjiro puso sus manos en la cintura del menor mientras aún lo observaba, el menor sonrió ante el contacto que le dio el mayor. Tanjiro sentó lentamente a Muichiro en sus piernas. Sus labios estaban a escasos centímetros de distancia, la única ropa que tenían ambos era la bata negra. Muichiro resbaló la parte de arriba de su bata por sus brazos dejando al descubierto su pecho. El ojos carmesí se acercó al cuello del menor para empezar a succionar esa piel de porcelana mientras masajeaba las caderas del menor. El menor dejaba escapar algún que otro jadeo o gemido suave mientras era tocado por el mayor. El mayor arrastró las caderas del menor hasta su miembro que estaba erecto.
—Voy a meterla, ¿si? —Dijo el mayor en susurro al menor en su oreja.
—Hazlo rápido, Tanjiro.— Contesto este en susurro.
Tanjiro empezó a meter poco a poco su miembro dentro del menor haciendo que este gimiera de placer. De repente, algo pasó. Estaba sonando algo, ¿que era?
Tanjiro abrió sus ojos y alcanzó su teléfono para apagar el despertador, ¿fue todo un sueño? El ojos carmesí miro a su alrededor confundido, si, esta era su habitación. Miró hacia sus pantalones y... Mierda, habia tenido una erupción.
—Mierda. —Dijo el ojos carmesí sin saber que hacer. Desesperadamente agarró su uniforme y fue hacia el baño para meterse en la ducha. ¿Que había pasado? ¿Por que soñó eso? Dejando de lado las preguntas, el Kamado se lavó y salió de la ducha, se puso el uniforme y salió del baño. Aún era temprano, se había alistado más antes de lo normal, Nezuko ni se había despertado y no sabía que hacer, no quería pensar en el sueño que tuvo pero al parecer, es lo único que le interesaba a su mente en ese momento. Agarró su teléfono para ver el chat de Muichiro, no le había escrito, así que, el Kamado decidió escribirle.
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Se sentía extraño al escribirlo después de tener ese sueño tan... Perverso... Sus pensamientos fueron interrumpidos por su hermana pequeña, que se acababa de levantar y fue hacia el para saludarlo.
—¡Buenos días hermanito! —Dijo la Kamado con una sonrisa.
—¡Buenos días Nezuko! —Respondió este con una sonrisa.