Azra estaba cumpliendo las instrucciones de Abdullah.
Habían pasado unas semanas desde que Azra empezó a servir al principe Mehmed. Era obvio que el Sehzade había quedado encaprichado con ella al ver su belleza. Mehmed no podía tener hijos todavía pero si concubinas. Cómo buen hijo, fue a avisarle a su madre de su decisión.
Al llegar hizo reverencia y le dió un beso en la mano a su madre.
— Hola madre, ¿cómo te encuentras?
— Mi león, me encuentro bien, mejor ahora al verte, ¿Tu como estás?
— Estoy muy bien, madre, no debes preocuparte. En realidad, vine contigo porque deseaba avisarte algo.
La sultana levantó una ceja al escuchar las palabras de su hijo. ¿Que quería avisarle?
— ¿Que esperas? ¿Que es lo que quieres avisarme? —Dijo la sultana rápidamente tales palabras de su hijo le habían causado una gran curiosidad.
— He conocido a una mujer, es muy hermosa y quiero pasar esta noche con ella.
— Cuéntame más acerca de tu concubina, ¿Como se llama?
— Su nombre es Azra y hace unas semanas comenzó a servirme.
Hürrem se quedó callada, se quedó pensando en si era buena que Mehmed pasará la noche con esa concubina. Finalmente, asintió y le dijo a su hijo:
— Está bien, mi león, gracias por avisarme.
— De nada, madre. Ahora me retiraré, iré a avisarle a la señorita Afife que la prepare para esta noche.
Luego de decir eso, beso la mano de su madre y se fue. Hürrem mando a llamar a de sus criadas más leales y le dijo que investigará a la tal Azra. No encontró mucho sobre esta concubina pero descubrió que destacaba en clases y que era muy inteligente, algo que le gustó bastante a Hürrem. Que ilusa...
Por otro lado, Azra estaba haciendo sus tareas con las demás muchachas del haren cuando de repente la señorita Afife la llamó. Ella se acercó rápidamente, prefería no hacer enojar a la señorita Afife.
Azra hizo una reverencia rápida y le preguntó con mucha curiosidad a la señorita Afife que era lo que necesitaba.
— Señorita Afife, ¿Necesita algo de mí?
— No necesito nada de ti pero el Sehzade Mehmed te ha pedido para esta noche.
Azra fingió sorpresa pero mentalmente sonreía. Debía avisarle a Abdullah o sino su plan se iría abajo
— Oh... está bien, señorita Afife. En unas horas empezaré a prepararme para el principe.
Azra hizo una reverencia y se fue corriendo hacia la habitación de Abdullah, claro, sin ser vista. Le dijo a los agas que le avisarán a Abdullah y segundos después la dejaron pasar.
Azra hizo reverencia y empezó a hablar.
— Alteza por fin lo ha echo, la última fase del plan ha comenzado.
Abdullah dejo de hacer lo que estaba haciendo y la miro a los ojos.
— El Sehzade Mehmed me ha pedido, la última fase del plan debe comenzar.
Abdullah seguía sin decir nada pero se levantó de su asiento y se acercó a Azra. La chica le iba a decir algo pero sintió como Abdullah la abrazaba, parecía que lo hacía con mucho cariño. Lo escuché susurrar algo como «Gracias Azra... Te lo agradezco»
Hace mucho ella no sentía este tipo de cariño, hace años estaba en el harén, nunca se interesó mucho en llamar la atención de algún príncipe o ser su amiga. Pero ahora, estaba abrazada con uno de los príncipes de la dinastía, su único amigo en ese grande pero solitario palacio para ella. Estuvieron abrazados un rato hasta que Abdullah se separó m
— Lo lamento, Azra, no quise incomodarte si es que mi abrazo logro hacer eso.
— Está bien, mi príncipe, no se preocupe pero creo que ya es hora de que me vaya, debería empezar a prepararme.
Azra hizo una reverencia y se fue de la habitación del Sehzade. Ella necesitaba salir de ahí, empezó una extraña tensión que nunca sintió mientras estaba con Abdullah. Pero lo ignoró y se concentro en llegar rápido al harén.
Se veía increíble hermosa. Si sedoso y ondulado pelo, tenía un precioso vestido de color azul marino que resaltaba sus caderas su pechos, el vestido tenía detalles dorados en todas partes, también tenía una diadema que Tania incrustadas piedras de color azul un poco más oscuro que el marino
Azra estaba con Afife y dos personas más caminando hacia los aposentos del Sehzade Mehmed hasta que llegaron personas que ella desconocía y se la empezaron a llevar hacia los aposentos del Sehzade Abdullah.
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Mí Trono ❝Sehzade Abdullah❞
De Todo➵Colaboración con --crazyywitch. El Sehzade Abdullah fue cuidado por la Sultana Hatice quien después de fallecer el príncipe fue obligado a irse a el palacio de su padre el sultán Suleiman. Como era de esperarse la Sultana Hurrem no lo quiso recon...
