Ramón, Corazón Herido [Corregido][Terminado]

- Viaje en familia -

Ramon estaba muy tranquilo, sentado en la mesa de su búnker, disfrutando de una deliciosa taza de café humeante y caliente. Era como un bálsamo para su corazón. Sin embargo, como era típico en la vida y suerte de Ramón, su paz y tranquilidad nunca durarían demasiado.

Su hermano Bruce llegó al búnker después de dos meses de ausencia. Regresó con una sonrisa coqueta que le decía a Ramón que su hermano tenía algo planeado, algo sospechoso estaba a punto de suceder. Así que decidió dejar su taza y retirarse lentamente. Pero los ojos de su hermano llegaron hasta él, y la sonrisa de Bruce creció aún más.

-Hola, Bruce-, saludó Ramon en un intento de evitar que su hermano lo mirara de esa manera.

-Ey, hermano, estuve fuera durante un buen tiempo. Ya sabes, el nuevo negocio, la nueva escuela, y el pueblo poniéndose a un lado-, dijo Bruce acercándose lentamente a Ramón, quien parecía algo así como un gato erizado. Él sabía que algo estaba planeado, Bruce lo sabía, y Ramón también lo sabía.

-Sí... ¿Qué pasa? ¿Qué fue lo que hiciste durante este tiempo?- preguntó Ramón, con una sonrisa nerviosa, mirando a los lados cuando, de repente, "casualmente", sus otros hermanos aparecieron en la sala saludando a Bruce con una sonrisa. Pero Ramón se preocupó aún más cuando se dio cuenta de que mientras "saludaban a Bruce", la mirada de sus hermanos no desaparecía de él.

-Bueno...-, dijo JD, siendo el primero en acercarse por un lado para cubrir la salida del búnker. Floyd fue silbando lentamente hasta la entrada de la cocina, Clay bloqueó la salida, y Bruce se mantuvo en el medio como una distracción. ¿Pensaban que Ramón era un tonto? Él era un superviviente y sabía perfectamente lo que era una emboscada.

Sus hermanos sonreían nerviosos, y Ramón entreabrió los ojos, dudoso de lo que estaba pasando.

-Sabes que tuve que irme para ver el nuevo negocio, pero también tuve un momento de unión con mis hijos y esposa. Pensé, bueno, ha pasado mucho tiempo desde que tengo una noche o semana de unión como hermanos, y tú eras demasiado pequeño para que te lleváramos. ¿Así que por qué no tener un pequeño campamento con mis hermanos?-, explicó Bruce, y los demás comenzaron a hablar y divagar sobre lo fabuloso que sería. Ramón aprovechó el momento para escaparse por un lateral, pasando por debajo del brazo de Clay y corriendo directamente hacia su cuarto, sin mirar hacia atrás, a pesar de escuchar a sus hermanos llamarlo. Pero ya era demasiado tarde; él ya se había escondido dentro de su habitación.

-Vamos, hermanito, ¿es tan malo?-, preguntó JD a través de la puerta. Ramón se sentía realmente mal por escapar de sus hermanos, así que necesitaba decirles que no era eso. Suspiró, se levantó, tomó papel y lápiz para escribir que necesitaba estar solo un momento y lo pasó por debajo de la puerta.

-Está bien, te vemos cuando estés listo, hermanito-, dijo Floyd con un tono de voz reconfortante. Sus hermanos siguieron el juego, y Ramón los vio partir, agradeciendo que Floyd siempre le diera su espacio.

Ahora que estaba solo, se sentó en su cama, tomó una manta y se envolvió en ella. Realmente no tenía problemas, pero su suerte siempre jugaba en su contra. No es que no quisiera estar con sus hermanos o fortalecer sus lazos fraternales; era simplemente el miedo. Miedo de abrir demasiado su corazón. Aunque su relación había mejorado, no estaba seguro de cómo actuar en un viaje completamente solo con sus hermanos. ¿Cómo se suponía que debía comportarse?

Suspiró y se recostó en la cama. Realmente no tenía ganas de pensar en todo esto, pero sabía que al salir de la habitación tendría que tener una respuesta. No quería ver a sus hermanos tristes por su negativa. Además, ¿qué era lo peor que podía pasar? No era como si una semana de campamento con sus hermanos fuera a matarlo... ¿o sí?

¿Y todos los peligros que había en el exterior? ¿Y si algo les pasaba a él o a sus hermanos? Después de que su relación estaba mejorando, no se lo perdonaría. No quería ser el culpable otra vez de que sus hermanos se separaran.

No se dio cuenta de que un pequeño sollozo se escapó de sus labios, y las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas. Lo que no esperaba era que JD se lanzara contra la puerta, lanzándola al suelo. Ramón se asustó y se llevó la mano al pecho para asegurarse de que su corazón siguiera latiendo.

-¿Estás bien?-, preguntó JD levantándose del suelo con una sonrisa mientras se rascaba la nuca. Pero la sonrisa desapareció cuando vio las lágrimas en Ramón.

-Sí... yo...- Las palabras no salían del troll menor. JD se sentó junto a su hermano y lo rodeó con sus brazos, arrullándolo.

-Está bien, tranquilo. No sé qué es lo que pasa, pero si es mi culpa, lo siento-, dijo JD. Ramón sonrió, como siempre el mayor tomando la culpa.

-No tienes culpa de nada-, dijo Ramón secándose las lágrimas con una sonrisa, y JD suspiró aliviado.

-Gracias. Pensé que era culpa mía otra vez. ¿Qué pasa? ¿No quieres ir al campamento? Si no quieres, está bien, no nos enfadaremos-, dijo JD. Ramón se sonrojó ante las palabras de su hermano, y JD lo notó. -¿Te da vergüenza?-, preguntó el mayor.

-Es que... sé que suena ridículo porque ya soy un adulto, pero... nunca he ido de campamento ni con mis amigos porque me da miedo. Lo que pueda pasar en el exterior es peligroso-, admitió Ramón, mirando hacia abajo avergonzado.

-Eso no es ningún problema. Llevaremos a Rhonda para no dormir en el exterior... y si algo pasa, ¡aquí está tu hermano mayor!-, aseguró JD. Ramón no pudo evitar reír ante eso y asentir, aún indeciso, pero no dudó en dormirse en el hombro de su hermano mayor.