Capitulo 6: La tentación.

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Luna.

—Tu y yo ahora en el baño.—No pude pensar en una respuesta lógica ante las palabras de este hombre.

No pude reaccionar a tiempo por qué mi cuerpo era arrastrado al cuarto de baño con rapidez por Tom, quien movía sus pies con velocidad  metiendo nuestros cuerpos al cuarto de baño.

Él cerro la puesta con rapidez dándome la espalda, apoye mi cuerpo contra el lavabo, mientras veía lo grande que era, este hombre era gigante.

Pase la mirada desde sus trenzas hasta dejarla en sus anchos hombros.

Sentía como el calor creía en la pequeña habitación y eso que ni siquiera me estaba mirando.

¡CARAJO LUNA CONTROLATE!

La última vez que deje salir mis  sentimientos Tom termino insultandome y hechandome de su camerino.

Eso todavía duele un poco.

Escuché el ruido del cerrojo y apreté mis piernas conteniendo esas coquillas en mi zona íntima, Como me decía Alex de pequeña “si te pica la cosita hechate agua fría, no dejes que te embarace un idiota”

Pero no estabas hablando de cualquier idiota estamos hablando de él, con el di vale la pena tené bebés.

No pude evitar sonreír ante aquel recuerdo, creo que eso causó traumas en mi por eso es que no eh perdido la virginidad.

Mi madre la puta no estaría muy orgullosa de mi al saber que su hija de deisieis años es virgen, a mi edad ya mi mamá me había dado a luz.

Era bien puta la vieja calenturienta.

¡Maldicion Luna enfócate!

Tienes a tu fantasía sexual al frente y andas pensando en la loca de tu madre...

Alce mi vista encontrandome a Tom quien luchaba por colocar la cerradura.

Su espalda se veía tan grande, tenía ganas de enterar mis uñas en ella.

—¡Miaww!— Solté un maullido de  gata mientras intentaba arañar su espalda, pero mi garganta estaba seca así que comencé a toser como perro con rabia.

¿Por qué me pas esto a mi?

—¡Que Mierda Luna! ¿Estás bien?—Tom me observaba con preocupación mientras yo tosia como un marihuanero de cuarenta años. Tom comenzó a palmear mi espalda con dureza mientras yo luchaba por dejar de toser y que no se me saliera un pulmón por la boca.

¿Por qué tengo mala suerte? Tendré que hacerme una limpia por qué esto no es normal.

La brujita tenía razón tengo la maldición de la sequedad.

Deje de toser mire a Tom y lo único que mi cerebro drogado pensó fue soltar un —¡Miaw!

Tom me observó por unos tres segundos y rompió en risa, por alguna razón yo comencé a reír junto a el.—¿Ahora eres gata? Cuando pienso que no puedes estar más loca sales con algo diferente ¿Estás segura que de pequeña no te dejaron caer de la cama? —Pregunto entre carcajadas.

—Dos veces de hecho la primera fue  cuando la zorra de mi madre metió un tipo en casa, el imbécil la golpeó y ella tropezó la especie de cuna improvisa haciendo que callera y la segunda fue cuando estaba ocupada embrigandose para estar pendiente de una bebé de meses.— Comencé a reír como loca al contarle pero Tom solo se quedó serio mirandome —¿Que? No me mires mal, ¿No te parece gracioso? Por eso es que soy medio loca, ¿Cómo no estarlo? Los golpes de bebes debieron causar daño a mi cerebro —Las carcajadas salían de mi sin control.

THE FAN / Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora