En el fulgor de la velocidad y la adrenalina de la F1, se teje una trama de amor no correspondido. Entre el rugir de los motores y la gloria en la pista, una alma enamorada busca su lugar en el corazón de un piloto que, consciente de ese afecto, eli...
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Cara
Llamo a Kika para coordinar encontrarnos en las instalaciones de Alpine y ella responde diciendo que nos vemos ahí.
Suspiro al verlo a lo lejos y decido caminar hacia él, intentando pasar desapercibida.
Mientras cruzo, escucho mi nombre detrás de mí. Me giro y lo veo alejándose de algunas personas para acercarse.
—Cara —sonríe, indicándome que funcionó lo que tenía en mente.
—Charles —respondo y me giro para hablar—Gracias por invitarme.
Lo miro, notando su expresión extraña como en otras ocasiones, pero asiente, ocultando una sonrisa.
—De nada —veo la duda en su rostro, como si quisiera decir algo, pero al final no dice nada—Nos vemos luego.
Asiento y me voy con mi amiga. Aunque pensé que iba a decir más, parece ser reservado y de pocas palabras.
¿Cómo puedo entablar una conversación sin que me mire extraño y evite decir mucho?
Cuando llego, entro rápidamente y me uno a ellos. Saludo a Pierre con la mano y tomo asiento en una butaca.
—¿Ya te encontraste con él? —pregunta Pierre emocionado. Al final, parece ser más interesado cuando le contamos que Charles me había invitado.
—Sí, pero no fue tan divertido —menciono—Solo dijo que nos vemos luego.
—¿Qué significa eso? —pregunta Kika, mirando a Pierre.
—Ni yo lo sé. Pero, usualmente, es muy hablador.
—Cierto —confirma Kika—Bueno, nunca he entablado una conversación con él.
Le llega un mensaje a Pierre y nos indica con gestos que se trata de Charles.
—Es un mensaje de voz —dice mientras entra a su chat.
Lo reproduce y mi ánimo se desploma. —Te envío un mensaje de voz porque quiero saber tu opinión sobre si fue una buena idea invitar a Cara. Ahora que lo pienso, creo que fue una idea estúpida.
—No fue una idea estúpida, quizás te parezca intensa en la primera impresión, pero es agradable. Háblale y después me dices si fue una buena idea.
Le responde Pierre y lo abrazo de costado, agradecida por lo que hizo.
—No te desanimes —dice Kika—No es bueno hablando con extraños, pero cuando te conoce, es como un mejor amigo.
—Espero que lo haga —susurro.
Salimos de las instalaciones cuando Pierre se levanta y nos informa que debe prepararse para la carrera.
Llegamos a la zona de Ferrari, y siento que mi corazón late con fuerza. Charles está conversando con los ingenieros, se gira, nos ve y esboza una sonrisa. Le devuelvo el gesto mostrando los dientes sonriente.
