El aroma familiar de la biblioteca del castillo acogió a Estella cuando cruzó las altas puertas de madera junto con su sobrina, Elianna. Incluso si ambas vivían en distintas mansiones, a causa de que Estella ya era una mujer con propiedades por mérito propio, ambas habían regresado al lugar donde las letras y la tinta se entretejían con la historia de sus vidas.
La petición de Theodore para que Estella volviera al castillo resonaba en el aire como un susurro del pasado. Mientras caminaban por los pasillos familiares, Elianna observó con asombro la magnificencia de la biblioteca.
--- (Estella sonrió una vez ambas entraron a la biblioteca) Está tal y como lo recuerdo, siempre.
--- ¿Qué sucede tía?
--- Los libros encuentran refugio en los lugares más inesperados, querida. Incluso en los corazones de aquellos que los aman (con una sonrisa tierna se acercaron a un rincón, rodeadas de estanterías nuevas) Hace mucho tiempo no venía a ver los libros que había.
--- Tengo entendido que usted podía acceder a los archivos reales gracias que... la reina la nombró duquesa.
--- (la joven sonrió) Estás bien informada.
--- (avergonzada) ¡Ah, no te ofendas tía! (Elianna sonrió orgullosa) Es solo que el saber como salvaste tantos libros destruidos me motiva a ser como tú.
--- (con dulzura acarició esa rubia y radiante cabellera) Eso me honra.
La conversación fluía entre tía y sobrina, entre historias de viajes y recomendaciones de lecturas. Estella compartió detalles de sus travesías por el reino, mientras Elianna escuchaba con ojos brillantes y oídos ansiosos.
Estella había dejado de ver a su sobrina cuando ella apenas era una niña, por lo que además de las cartas que la mayor enviaba al ducado de Bernstein, no habían tenido la oportunidad de hablar sobre sus vidas, sobre sus travesías y sus experiencias.
En medio de las risas y las anécdotas, la puerta de la biblioteca se abrió, revelando a Theodore y al príncipe Christopher. La figura de Theodore, ahora más madura, seguía siendo un espectáculo familiar para Estella. Sin embargo, la presencia del príncipe Christopher añadía una capa de complejidad a la situación. Elianna, intentando ser cortés, se adelantó con nervios.
--- ¡Theodore-sama, príncipe Christopher! Permítanme presentarles a mi tía, Estella Bernstein. (sonriente) Tía Estella, ellos son el encargado de la biblioteca y el príncipe heredero.
Los ojos de Theodore y Christopher se encontraron con los de Estella, y en ese instante, la familiaridad brilló en sus miradas. Aun así, sin perder la cortesía que la caracterizaba como una dama, se inclinó tras tomar sus vestidos.
--- Es un placer vernos otra vez, Theodore, Su majestad.
--- ¡¿Eh?! (asombrada) ¿Se conocían?
--- Elianna, mi querida, no necesitas presentarnos (mencionó Theodore, con una sonrisa cómplice, causando intriga en los más jovenes)
--- (Christopher se inclinó) Es un placer, Señorita Estella. No habíamos tenido la oportunidad de vernos en persona.
--- (asintió, deleitándose con la ironía del destino) En efecto, príncipe Christopher.
--- (Theodore sonrió) Espero no decidas volver a irte, Estella.
--- (rio levemente) Ya le dije que no volveré a irme.
La sorpresa cruzó los rostros de los menores, y la biblioteca se llenó de un silencio cargado de recuerdos. Entre las estanterías que una vez fueron testigos de su encuentro, Theodore y Estella se miraron, sintiendo el peso de las palabras no pronunciadas y los capítulos aún por escribir.
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La dama bibliófila [Mushikaburi-hime x OC]
Fiksi PenggemarEstela Bernstein, una mujer joven apasionada por los libros, quien desafía las expectativas reales para seguir su amor por la literatura. A pesar de las presiones para un matrimonio concertado, Estela se sumerge en la investigación y la escritura, e...