La dama bibliófila [Mushikaburi-hime x OC]

Capítulo 1

Había un tiempo en mi vida en el que las páginas de los libros me envolvían como un manto protector.

Desde que mis dedos aprendieron a danzar sobre las letras impresas, mi refugio siempre fue la tinta que se escondía entre las líneas, entre los márgenes de mi propia realidad.

La calidez de las historias se convirtió en mi amiga más cercana, y la tinta, en la única confidente de mis anhelos más profundos.

Como parte de la familia reconocida por el imperio, como aquellos amantes de la lectura más que el prestigio y poder, los Bernstein, mi vida está tejida entre las hojas de innumerables volúmenes.

Mi nombre es Estella Bernstein. Soy la hija de nobles del Reino de Sauslind, donde mi padre fue nombrado duque. Tal y como mi hermano mayor, quien ahora está a cargo del nombre de la familia.

Los Bernstein son conocidos por siempre apasionarse por los libros, sin importar de que estilo. Esto los mantiene alejados del foco público y los nobles que se enfocan en aumentar sus riquezas. Claro, no soy la excepción, y en cuanto me negué a casarme a la edad que "correspondía", fue que me denominaron la Dama bibliófila.

Mi único hermano mayor junto con mi sobrino son empleados en el palacio real, y mi sobrina, Elianna, es la prometida del príncipe.

Y yo, simplemente me volví una lectora y una escritora empedernida, la cual viaja constantemente como investigadora del Reino de Sauslind.

Los libros se convirtieron en mi refugio cuando el mundo real intentaba arrastrarme a su compleja danza de protocolos y deberes.

Las páginas.

La tinta.

El papel.

Todas esas palabras me ofrecían un santuario donde mis pensamientos podían viajar libremente sin temor al juicio o la expectativa.

Los días se volvían noches y las noches en días, mientras me perdía en mundos creados por mentes maestras.

"La sangre de la familia Bernstein está hecha de texto impreso"

Sin embargo, la realidad llamó a mi puerta con toques suaves pero persistentes. Obligaciones y deberes familiares, la sociedad noble, con sus reglas y expectativas a causa de mi edad, intentaba arrastrarme de vuelta a un mundo que había aprendido a observar desde la distancia.

Aun cuando mi historia ya había comenzado a escribirse, incluso antes de que lo notara, continúo aferrándome a mis letras como si fueran cuerdas que me unen a la esperanza.

Letras las cuales me llevaron de regreso con él.