La dama bibliófila [Mushikaburi-hime x OC]

Capítulo 6

(...)

--- ¿Recuerdas esa noche cuando estábamos bajo el roble?

--- (Estella sonrojada esquivó la mirada, deteniéndose bajo el árbol en cuanto estaba en camino a regresar a su carruaje) No podría olvidarlo.

--- Ese día, fue la primera vez que me arrepentí de ser tan débil.

--- (confundida volteó a él) ¿Eh?

--- Si hubiera dicho lo que sentía, si hubiera sido honesto, quizás nunca te hubieras ido (sonrió derrotado mientras alzaba la mirada al cielo) Aun así, ¿será muy egoísta decir... que la espera al menos nos dio tiempo para nosotros?

--- (sorprendida correspondió a su sonrisa con gentileza) Por supuesto que no, no es para nada egoísta.

--- Estella.

--- Buscaba encontrar el sentido de mi ser como una "Bernstein". Pensé que si nunca lo hacía, no sería una esposa adecuada para ti. Pasaría el resto de mi vida leyendo libros, y no tendría la capacidad de contarte historias por mi propia cuenta. (cerró sus ojos con ligereza) No te hubiera hecho feliz una mujer aburrida como yo.

--- ¿Intentabas viajar y ser investigadora para que tu nombre como "Bernstein" no me perjudicara?

--- Eres el hermano del rey (sonriendo alzó la mirada) Desde siempre, he querido que me observaras. Que vieras lo lejos que podía llegar, y ayudarte siempre. Por eso...

--- (Theodore sonrió derrotado) Qué cosas piensas, Estella.

El atardecer pintaba los jardines del palacio con tonos dorados cuando Theodore y Estella mantenían el cómplice silencio, compartiendo la paz de ese momento.

Las sombras largas de los árboles parecían bailar a su alrededor mientras compartían el silencio cómodo que solo aquellos que han compartido innumerables historias pueden disfrutar.

Y muy similar a como había ocurrido hace años, Theodore, con un gesto suave, extendió un libro hacia Estella.

--- Aquí tienes, un regalo para ti.

--- (curiosidad lo tomó con delicadeza, y al ver al hombre asentir lo hojeó un poco) Nunca lo había visto, ¿de quién es?

Theodore sonrió con orgullo y ternura.

--- Es mío.

--- (asombrada alzó la mirada) ¿Eh?

--- Lo escribí para ti mientras estabas lejos (sonrojado) Quería que tuvieras un libro nuevo para leer cuando regresaras.

Los ojos de Estella brillaron con admiración y gratitud mientras sostenía el libro entre sus manos. La conexión entre ellos, tejida a lo largo de los años, se manifestaba ahora en las páginas impresas.

Era consciente que la escritura puede manifestar muchas emociones que no son sencillas de decir, por lo que atesoraba el libro entre sus manos como la joya más sagrada.

--- Theodore, esto es increíble. No sé qué decir.

Ante las palabras sin respuesta de Estella, Theodore se acercó lentamente a la joven, mirándola con una intensidad que reflejaba años de complicidad y afecto compartido.

La situación con Elianna y el asunto del intento de asesinato se había solucionado, e incluso, el compromiso entre sus sobrinos se había extendido a boca de todos los nobles, como muestra del esfuerzo que durante años el príncipe tuvo por esperar a Elianna.

Sin embargo, él no era el único que había luchado por el amor de una mujer.

--- Me alegra que mi regalo te haya gustado.